En esta bella charla con Florencia Rios (su instagram) hablamos sobre el poder de los 5 elementos; Una sabiduría profunda para transformar la realidad.
Sin embargo, su verdadero alcance no es solo práctico o terrenal; es una puerta de entrada a la comprensión de la Realidad misma, un puente entre lo inmanente (lo que experimentamos) y lo trascendente (la Fuente de la que emerge).
Esta es una sabiduría holística y laica, un lenguaje que nos permite disfrutar de una vida más hermosa. Los elementos (Agua, Madera, Fuego, Tierra, Metal) son el mapa que describe cómo la Consciencia se expresa en la forma. Es un enfoque que nutre nuestro cuerpo, el «nido del alma», reconociéndolo como una expresión sagrada del planeta.
Esto no es teoría abstracta; es sumamente práctico y representa un cambio de paradigma. Nos invita a vivir fuera de las estructuras convencionales del ego (la culpa, el miedo, el esfuerzo) y a encontrar nuestra Verdad interna. Esta Verdad, en esencia, es compartida: una realidad mucho más armoniosa y Amorosa.
Muchas veces pensamos que la Verdad es un concepto o una idea particular que el intelecto debe «atrapar». Pero como el Tao, la Verdad última es inefable. Es trascendente (más allá de todo) e inmanente (presente en todo) por igual. No se puede intelectualizar; solo se puede sentir. El rol de estas enseñanzas es señalar hacia el sol (la Verdad); la experiencia de sentir su calor es personal e intransferible.
Los 5 elementos y la Consciencia
Los 5 elementos son el lenguaje de la vida manifestada. Describen los patrones de flujo y quietud, de expansión y contracción. Son las cualidades que la Consciencia (el Ser, la Fuente) utiliza para experimentar-Se a Sí Misma en el mundo de la forma. No son «cosas» separadas, sino aspectos interdependientes de una sola Danza.
El Agua nutre a la Madera; la Madera alimenta al Fuego; el Fuego crea la Tierra (cenizas); la Tierra contiene al Metal; el Metal «contiene» al Agua (como un cuenco). Este ciclo de creación (Sheng) es la armonía inherente del universo.
Comprender esto nos permite ver que la vida no es una serie de eventos caóticos, sino un tapiz coherente. Sin embargo, la mente humana, a través del ego (la creencia en la separación), a menudo percibe esta danza como un conflicto. Aquí es donde surge la idea del desequilibrio.
Desde la perspectiva de la No Dualidad, el «desequilibrio» no es un error en el universo, sino una percepción errónea. Es la identificación de la conciencia (mental) con una sola parte del ciclo, olvidando la Totalidad de la que forma parte.
El origen del desequilibrio
La pregunta fundamental que emerge del sufrimiento es profunda y universal:
¿Por qué no manifiesto la realidad que deseo?
A menudo, experimentamos una desarmonía en áreas clave de la vida (relaciones, finanzas, propósito). Sentimos el anhelo de caminar, pero percibimos un grillete que nos retiene, sin saber exactamente dónde está. El desequilibrio de los 5 elementos es el diagnóstico de esa percepción.
Este desequilibrio es transversal. Por ejemplo, un «exceso de Fuego» (el elemento de la acción, la visibilidad, el corazón) puede manifestarse como estar todo el tiempo «haciendo» sin parar. Es una compulsión por la actividad, sin reflexionar si esa actividad es la que realmente se alinea con el Ser.
Externamente, no parece haber estancamiento (la persona está «ocupada»), pero internamente, está anclada en el mismo lugar, como un hámster en la rueda. El resultado inevitable es la frustración, el agotamiento y la sensación de vacío. La frustración es un indicador claro de desarmonía; es la vida diciéndote que la forma de tu «hacer» no coincide con tu «Ser».
La clave es hacer la pregunta. Pero, atención: la respuesta no está afuera. El ego siempre buscará una solución externa (cambiar de trabajo, de pareja, de país). La Verdad siempre señala hacia adentro.
La responsabilidad y la Rendición
Es fundamental comprender que nosotros estamos generando el escenario de nuestra realidad. El mundo que vemos es el espejo de nuestro estado interno. Cuando nos olvidamos de esto, nos perdemos en el laberinto de la victimización, buscando causas externas para nuestro malestar.
Lo más complejo del camino espiritual es animarse a hacer esa pregunta interna y, sobre todo, estar dispuesto a recibir la respuesta, aunque a nuestro ego (la identidad construida) no le guste.
La respuesta nunca es «qué hacer afuera». La respuesta siempre es:
¿Qué en mí se tiene que transformar?
La verdadera transformación personal es siempre interna, y solo luego tiene una repercusión externa. El poder de los 5 elementos es la herramienta que nos permite identificar dónde está nuestra percepción contraída (el desequilibrio).
🔑 El camino de la transformación personal
Incluso las terapias que exploran el pasado o lo transgeneracional son, en su nivel más profundo, herramientas para hacernos responsables (hábiles para responder), no para encontrar culpables externos.
Desde la No Dualidad, se comprende que elegimos (a nivel del Alma) encarnar en el árbol genealógico perfecto para trascender exactamente las creencias y patrones que necesitamos para Despertar. No hay error. El escenario es el perfecto para nuestra sanación. El desequilibrio de los 5 elementos no es un castigo, es el mapa del aula que elegimos.
Dejar de justificarse y co-crear
El camino de la sanación requiere dejar de justificar nuestra realidad poniendo la excusa afuera: «no tengo dinero», «es culpa de mis padres», «es la política». El ego es un maestro de la justificación.
Asumirnos co-creadores de la realidad es el momento en que recuperamos nuestro poder. Es darnos cuenta de que las «cosas» externas (dinero, personas, eventos) jamás condicionarán nuestra forma de vivir, nuestra Gratitud o nuestra Plenitud.
Perdimos el rumbo cuando olvidamos que ese «afuera» es una proyección de nuestro «adentro». Somos el proyector. Creemos que somos la pantalla (la víctima de las imágenes), pero en realidad somos la Luz que las proyecta.
🌱 El poder de los co-creadores de la realidad
Superar desafíos, como los económicos (a menudo ligados a un desequilibrio en el elemento Tierra, lo material, la nutrición), no se trata de «hacer más» afuera. Se trata de limpiar las creencias de carencia y los patrones de miedo internos.
La alquimia de la que hablan los sabios es esta: transformar el plomo (la densa creencia del ego en la separación y el miedo) en oro (la realización de nuestra Inocencia y Unidad con la Fuente).
La transformación personal es el único tesoro. Es la Rendición de lo que creemos ser, para revelar lo que Realmente Somos. El poder de los 5 elementos es la clave de esta alquimia interna, pues nos muestra qué aspecto de la Totalidad hemos negado.
Asumirnos co-creadores de la realidad disuelve la idea de que la economía es un impedimento. El Amor (la Fuente) es la única abundancia, y al alinear nuestro interior con esa Verdad, la forma (el dinero) responde en consecuencia, sin esfuerzo.
Integración
Comprender el poder de los 5 elementos es una invitación a la auto-observación profunda, a la Rendición y a la verdadera responsabilidad.
Corregir el desequilibrio de los 5 elementos no es una «técnica» para manipular el mundo, sino el camino directo hacia la transformación personal, que es la sanación de la percepción.
Esto nos devuelve el poder como co-creadores de la realidad, permitiéndonos construir una vida armoniosa y plena desde el único lugar donde es posible: nuestro interior, el Corazón del Ser.
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Karel
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