Buenas buenas,
¡Qué alegría tenerlos por aquí! Si ya viste el encuentro de «Vivir en plenitud» que compartí arriba, sabés que hoy junto a Florencia vamos a profundizar en esa búsqueda constante de armonía interior que todos anhelamos.
El Desafío del Equilibrio Elemental ⚖️
En este viaje de autodescubrimiento, una de las claves fundamentales es comprender que estamos compuestos por cinco elementos esenciales: agua, tierra, aire, fuego y éter. Cada uno de ellos representa aspectos cruciales de nuestra existencia, tanto a nivel físico como energético y emocional.
Como mencionábamos con Flor, a veces, sin darnos cuenta, uno de estos elementos puede tomar más protagonismo que otro, generando un desequilibrio en nuestra vida. Es como esa mesa con una pata más corta: termina tambaleándose y dificultando nuestra estabilidad.
Por ejemplo, si tenemos demasiada «tierra», podemos caer en la rigidez mental y el apego excesivo a lo material, perdiendo la capacidad de fluir y adaptarnos a los cambios. Si el «agua» nos desborda, nuestras emociones pueden tomar el control, llevándonos por caminos inconscientes y repitiendo patrones. Un exceso de «fuego» puede impulsarnos a iniciar múltiples proyectos sin la capacidad de sostenerlos, mientras que mucho «aire» puede dejarnos en el mundo de las ideas sin lograr concretar nada. Y el «éter», ese pegamento universal, necesita que los demás elementos estén en sintonía para que podamos conectar con nuestra unidad esencial.
Rendición y Confianza en el Proceso 🙏
Un concepto clave que surgió en nuestra charla es la rendición. Entregarnos a la voluntad divina, a esa inteligencia superior que lo abarca todo, no significa quedarnos de brazos cruzados. Más bien, implica confiar en que hay una visión más amplia que la nuestra y soltar la necesidad de controlar cada detalle del proceso y del resultado.
Esta rendición va de la mano con la aceptación de lo orgánico. Así como la naturaleza tiene sus ciclos, nuestros procesos personales también tienen su propio ritmo. Querer forzar o acortar un duelo o una transformación puede ser contraproducente y doloroso. Aprender de la sabiduría de la naturaleza, como el otoño que nos invita a la introspección, nos ayuda a soltar lo que ya no nos sirve para prepararnos para nuevos comienzos.
Hacia la Plenitud Consciente ✨
Buscar el equilibrio de los cinco elementos no es una tarea de medición exacta, sino más bien un proceso de entrega y escucha interna. Se trata de darnos cuenta de esas capas de miedo, duda y resistencia que hemos acumulado y que nos impiden conectar con nuestra esencia.
En los próximos encuentros y en el taller que estamos preparando, vamos a explorar juntos herramientas prácticas para reconocer y armonizar estos elementos en nuestra vida diaria. Porque la plenitud no es un ideal lejano, sino un estado que emerge cuando permitimos que todas las partes de nuestro ser danzan en coherencia y equilibrio.
Así que, si esta charla resonó contigo, si sentís esa curiosidad por indagar en los pilares que te sostienen, te invito a seguir explorando este camino hacia una vida más plena y consciente.