¡Buenas, buenas, queridos hermanos!
Si ya tuviste oportunidad de ver el video, hoy nos sumergimos en una pregunta profunda:
¿Realmente hemos venido con una misión o un propósito que cumplir aquí en la Tierra?
Es una idea muy arraigada, pero la intención es ir más allá y liberarnos de cualquier creencia que nos limite.
¿Un Propósito Limitante? 🎭
Fíjense que la idea de una «misión» muchas veces nos hace sentir que algo nos falta, como si no fuéramos suficientes ahora mismo.
Esto suele llevarnos a una exigencia interna, a perseguir «zanahorias» externas. La mente, o el ego, nos bombardea con objetivos: «Cuando logres esto, serás feliz».
Nos propone una felicidad que siempre está en el futuro, atada a cosas que debemos conseguir afuera: un puesto, una familia, dinero o seguidores.
Pero, ¡ojo!, estos propósitos de la mente siempre sienten que «les falta cinco para el peso», y están sostenidos en el miedo y la escasez.
La Ilusión del Tiempo y la Forma ⏳
Recordemos que este mundo de las formas es una ilusión, una especie de juego que nuestra propia conciencia ha diseñado. El tiempo lineal es solo una forma de percibirlo, cuando en verdad, todo ocurre en este único instante.
Entonces, ¿cómo podría haber un «cometido» en un juego que nosotros mismos creamos? Si pensamos en una misión, la estamos generando desde nuestro propio sistema de creencias.
Creer que nos falta algo o que tenemos que «expiar un error» surge de una convicción inconsciente de que estamos separados de la Fuente, del Amor. ¡Pero nunca nos hemos apartado!
No hay error, nada que perdonar, nada que sanar, si es que jamás nos separamos de lo que somos: seres existencialmente completos.
Tu Propósito Eterno: Ser ✨
Así que, ¿cuál es ese «único propósito» que nos guía? Es la conexión profunda con tu ser, con tu corazón, con esa esencia que ya sos. No es algo que debas construir o ganar a lo largo de cincuenta encarnaciones.
Tu auténtica naturaleza es simplemente ser y emitir. Tu resplandor, tu esencia, es lo único «necesario», y lo pongo entre comillas porque no es una acción, sino el reconocimiento de lo que ya eres. No te falta nada, no hay nada que alcanzar.
Es la liberación plena de tu mente, de la idea de que tu felicidad o paz dependen de lo que vas a hacer o conseguir. Al ir hacia tu interior, al reconocer la verdad de lo que sos, te das cuenta de que la paz y el amor ya están ahí, ahora mismo.
Este propósito es inmutable, siempre el mismo: tu existencia, tu esencia.
Vivir en Plenitud 💖
Cuando nuestro norte es el ser, todo lo que hacemos en el mundo externo se integra en este propósito único.
Un proyecto, una relación, un viaje… todo puede ser una extensión de ese amor y paz que ya encontraste dentro tuyo. Si vienen recompensas materiales, bienvenidas sean, pero ya sabes que ellas no te van a dar el amor o la paz, porque ya las tenés.
Somos libres de crear desde un lugar sin necesidades ni deseos, porque el ser es pleno, no le falta nada. Así, nos abrimos a la totalidad de la vida, disfrutando cada instante, confiando en que todo lo que se nos presenta está ahí para ser visto.
¡Espero que esta perspectiva te traiga tanta luz y libertad como a mí!
Recuerda que tu existencia es la prueba irrefutable de que este propósito ya está cumplido. Solo queda darte cuenta de que así es, en este instante.
Un abrazo inmenso, y nos encontramos en este instante.
Karel