Bienvenidos a la Clase 2 de este curso sanación energética. Hoy profundizaremos en cómo funciona a nivel fundamental, a nivel mental o cuántico, la sanación energética, explorando el principio básico universal de que todo es mente. Este entendimiento es clave para la sanación cuántica.
Si comprendemos que la materia, o en su grado más elemental la energía, abarca todas las estructuras y formas del universo, podemos verla como un aspecto de la Mente que Todo Lo Es.
Es una manera directa en que esta Mente se experimenta a sí misma, materializándose como «objeto» para ser identificado por un «sujeto». Esta experiencia es posible gracias a la observación de la mente individualizada, que aunque parece separada, no está fragmentada de la Mente Total.
La unidad sujeto-objeto: base de la sanación cuántica
Muchas culturas y filosofías antiguas, impulsoras del desarrollo espiritual, identifican la iluminación como la disolución de la percepción de separación entre sujeto y objeto. Este reconocimiento representa el retorno a la unidad de la Mente que los origina a ambos.
Reconocer esto nos da dos referencias claves para que la sanación energética y la autosanación consciente sean posibles:
- Todo está conectado: Simplemente, «todo lo que Es» abarca todos los objetos y todos los sujetos observadores. Todos y todo está conectado mediante la forma material/energética y mediante la forma inmaterial/mental. Por lo cual, la separación es solo una percepción eventual y circunstancial, una ilusión útil para la experiencia, pero no esencialmente real. La sanación cuántica opera desde este reconocimiento de unidad.
- Somos un reflejo del Todo: Existe una relación intrínseca e inevitable de correspondencia absoluta entre las mentes individualizadas y la Mente que Todo Lo Es. Todas las propiedades de la Mente Total son transferidas a la mente individualizada. De no ser así, no sería la Mente que Todo Lo Es. Heredamos su poder creador y armonizador.
“Como es adentro, es afuera; como es arriba, es abajo.” – El Kybalión (Principio de Correspondencia)
Las propiedades de la mente: creación y sanación
Dentro de las propiedades transferidas de la Mente Total, podemos reconocer dos fundamentales para nuestro tema: el poder de creación y el poder de destrucción (o disolución).
Denotamos particularmente estas dos porque nos relacionan directamente con el poder de sanación y el poder de enfermarnos. Mejor dicho:
- El poder de armonizar a través de nuestra mente todos los sistemas y organismos comprendidos en el cuerpo.
- El poder de desarmonizarlos, hasta el punto de que la anomalía se transforme en enfermedad o disfunción.
La sanación cuántica opera reconociendo y utilizando conscientemente este poder armonizador inherente a nuestra conexión con la Mente Universal. Nuestra mente, alineada con la Mente Total, tiene el poder de restaurar el equilibrio.
La armonía como estado natural
Para conseguir esa armonía, es necesario comprender que la desarmonía (enfermedad, conflicto, carencia) es una anomalía.
El estado natural de la organización y el funcionamiento del universo, desde lo más sutil y abstracto hasta lo más concreto, tiene su desarrollo en armonía. Incluso el aparente caos o entropía en el universo solo es percibible así al no conocer en completitud la Causa que lo origina ni el Propósito que lo transforma. Desde una perspectiva superior, todo sigue un orden perfecto.
Como se mencionó en la Clase 1, la sanación es el retorno a la armonía natural de todos nuestros cuerpos (físico, mental, emocional, espiritual). Y la buena noticia, derivada del principio de que todo es mente, es que conservamos las propiedades de la Mente Total. Tenemos el potencial inherente de llevarnos a ese estado de armonía por nosotros mismos. Esta es la base de la autosanación consciente.
De hecho, el estado antinatural de desarmonía también fue provocado por nuestra mente, al percibirnos separados del Todo de alguna manera. Las formas en que experimentamos esta percepción separada suelen estar relacionadas con el miedo, la culpa, la ira, el juicio, etc. Estas percepciones erróneas generan bloqueos energéticos que interrumpen el flujo natural de la armonía.
¿Estoy eligiendo pensamientos de separación (miedo, juicio) o de unidad (amor, aceptación)?
Lo que intentamos decir aquí es que la sanación es una propiedad intrínseca de nuestra mente. Así como el Amor es la guía vibratoria que nos dirige hacia la armonía.
✨ Todo es mente: el poder del observador
El principio hermético «Todo es Mente» implica que el universo es fundamentalmente mental o consciente. La física cuántica moderna llega a conclusiones asombrosamente similares al afirmar que el observador afecta lo observado. Nuestra conciencia no es un espectador pasivo de una realidad externa fija, sino que participa activamente en su «colapso» o manifestación.
En el contexto de la sanación cuántica, esto significa que nuestra mente (nuestros pensamientos, creencias arraigadas, intenciones enfocadas, estado emocional y nivel de conciencia general) tiene un impacto directo y medible sobre nuestro estado energético y, consecuentemente, físico. Al cambiar nuestra mente —al alinearla conscientemente con principios de armonía, amor y unidad— podemos influir positivamente en nuestra biología y experiencia vital. La autosanación consciente se basa en este poder inherente del observador.
Técnicas vs. conciencia: el camino del autodescubrimiento
Mencionado esto, algo decanta de la propia reflexión: para una mente iluminada (completamente alineada con la Mente Total y libre de la ilusión de separación), no es necesaria ninguna técnica de sanación energética ni método externo alguno. La sanación, en ese estado, es simplemente el reconocimiento instantáneo de la perfección inherente, disolviendo cualquier percepción de imperfección o enfermedad.
Dichas técnicas y métodos (incluidos los que exploraremos en este curso sanación energética) solo son útiles como caminos de autodescubrimiento. Son herramientas temporales, puentes o catalizadores para ayudarnos a retirar los velos de la ignorancia y alcanzar un nivel superior de conciencia, donde podamos ejercer nuestra capacidad de autosanación consciente de forma más directa.
No deberían ser utilizados como fin último de sanación ni convertirse en muletas. Si nos apegamos a la técnica, al ritual o al terapeuta como la fuente misma de la sanación, creamos una codependencia que, irónicamente, nos mantiene desempoderados y refuerza la creencia subyacente de que «necesitamos algo externo» para sanar. Olvidamos que el verdadero poder reside dentro, en nuestra conexión con la Mente Universal.
🧭 El rol del sanador y las técnicas
Existe una aparente dicotomía aquí. Al inicio del descubrimiento como sanador, a menudo llegan canalizaciones o se aprenden técnicas y procedimientos (energéticos, chamánicos, mentales) que son claramente valiosos y asertivos en ciertos contextos. Aunque se comprenda intelectualmente que no son estrictamente necesarias en un nivel absoluto, resultan pragmáticamente útiles en el camino.
Se comprende entonces que para cada nivel de conciencia, existen diferentes niveles o enfoques de sanación apropiados:
- Niveles más identificados con el ego y la materia: Suelen buscar y responder mejor a intervenciones externas y tangibles (medicinas, cirugías físicas, cambios dietéticos).
- Niveles intermedios (despertando al poder interior): Comienzan a explorar y beneficiarse de procedimientos y técnicas abstractas que trabajan con la energía, la mente y la intención (reiki, meditación, sanación cuántica, terapia vibracional).
- Niveles más cercanos a la Conciencia Total (Ser): Se mueven cada vez más hacia la autosanación consciente directa, a través del Amor, la Intención pura, el Perdón y el reconocimiento de la Verdad.
Entendiendo así, el rol del sanador externo no debería ser ver a quien requiere sanación como alguien desempoderado o roto (una víctima), sino como un Ser completo en camino de recordar sus propias habilidades internas.
El rol principal del sanador consciente es ser guía e instructor, facilitando el proceso de autodescubrimiento y alentando al desarrollo espiritual y la autonomía del consultante. El rol de interventor directo (aplicando técnicas) debería reservarse para circunstancias donde el consultante esté momentáneamente incapacitado de recibir guía o activar sus propios recursos (incapacidad física/psicológica severa, crisis emocional aguda que nuble la conciencia).
Sanación vs. curación: proceso vs. resultado
Podríamos decir de aquí en adelante que la sanación corresponde más a un proceso interno de integración de la conciencia, que pudiera ser asistido externamente solo como un impulsor de las habilidades intrínsecas del consultante. La sanación aborda la causa raíz (la percepción errónea, el bloqueo energético-mental).
Esto la diferencia de la curación, que estaría directamente enfocada en el resultado externo (eliminar un síntoma físico o resolver un problema material), a menudo sin abordar necesariamente el proceso de integración de conciencia de la persona. En este caso (curación sin sanación profunda), la persona podría verse eximida de responsabilidad personal sobre la armonía de sus cuerpos, pudiendo el desequilibrio subyacente manifestarse de otra forma más adelante.
La sanación real siempre incluye un cambio de conciencia, una expansión de la percepción. La curación física puede ser, o no, un resultado de este proceso interno.
¿Busco solo aliviar el síntoma (curación) o comprender y transformar la causa interna (sanación)?
Integración: el propósito es la conciencia
Es así que el propósito de nuestro viaje no tiene como fin la maestría en técnicas, sino la integración de la Conciencia. Y las técnicas que iremos mencionando en este curso sanación energética, aunque sutiles y poderosas, solo actuarán como primeros pasos, como catalizadores en nuestro camino de recuerdo.
Como todo primer paso, este deberá ser firme y direccionado, pero desapegado del camino y de la herramienta misma. Lo que nos permitirá seguir avanzando hacia la autosanación consciente directa.
La sanación cuántica, al reconocer que todo es mente, nos devuelve el poder y la responsabilidad. Nos invita a usar nuestra mente no para crear enfermedad a través del miedo y la separación, sino para restaurar la armonía a través del Amor y la Unidad.
¿Estoy usando mi mente para crear separación o para recordar la Unidad?
La sanación energética es, en última instancia, un camino de recuerdo. Recordar nuestra conexión intrínseca con la Fuente Universal y reclamar nuestro poder inherente de autosanación consciente.
“Tu tarea no es buscar la sanación, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has construido contra ella.” – (Inspirado en UCDM)
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Con todo amor, Karel
PD: Si esto te resonó, te invito a unirte gratis a «Mensajes del Ser» para recibir más inspiración > Aquí