En cada instante puedes observar quien dirige tu vida, y con esto se desprende una elección fundamental: poner la mente al servicio del Amor o intentar lo contrario, poner el Amor al servicio de la mente. Esta distinción abre dos caminos de percepción completamente diferentes.
“No puedes servir a dos amos.”
La mente humana busca comprender y definir, pero el Amor verdadero no puede ser encerrado en conceptos. El Amor que somos es anterior a toda idea, incluso a la mente misma.
🌱 Amor entendido por la mente
Cuando intentamos llegar al Amor usando únicamente la mente, lo que encontramos son formas del amor humano: relaciones, familia, logros, posesiones. Todas pueden reflejar destellos del Amor, pero nunca son su origen. Son símbolos, no la causa.
La mente busca lo que cree que le falta, pero ¿cómo hallar lo que ya somos?
Ese es el dilema de quien pone a la mente como guía para encontrar el Amor.
💭 Cuando la mente dirige tu vida
Si observas con honestidad, notarás que cuando la mente dirige tu vida todo se llena de esfuerzo y control. La mente calcula, compara, teme perder y busca ganar. Puede parecer que te protege, pero en realidad mantiene una tensión constante porque nunca descansa en lo que ya es.
Al estar dirigida por el ego, la mente siempre cree que falta algo: más éxito, más reconocimiento, más amor externo. Y sin darte cuenta, entras en un ciclo interminable de persecución de metas que nunca traen plenitud.
Reconocer este mecanismo no es para condenar a la mente, sino para devolverla a su lugar: un instrumento al servicio del Amor, no un amo que pretende controlarlo todo.
✨ La mente que se rinde al Amor
El verdadero movimiento de retorno no es buscar más pensamientos sobre el amor, sino dirigir la mente hacia su causa original. Esa causa es el Amor absoluto, el origen de la vida misma.
“La mente que se rinde al Amor descubre que ya estaba incluida en Él.”
En lugar de perseguir experiencias externas, el llamado es a volver al origen que sostiene todo. Allí se reconoce que la mente no es la fuente, sino un instrumento para extender el Amor en la forma.
🌟 Vivir desde el Amor
Cuando atendemos al Amor como nuestro verdadero “amo”, la mente se vuelve un canal de comunicación, una herramienta divina para expresar lo eterno en lo cotidiano.
Esto no significa que cambien necesariamente las formas externas, sino desde dónde las vivimos. Relaciones, trabajo, proyectos y encuentros se transforman al ser habitados desde la plenitud y no desde la carencia.
“El Amor no se busca: se reconoce como lo que ya eres.”
🙏 Una invitación al Centro
El camino es simple: volver al centro, reconocer la Fuente y descansar en el Amor que sostiene todo.
Desde ahí, la mente sirve a su causa y la vida se convierte en una extensión de lo eterno.
Un abrazo enorme, hasta este instante.
Karel
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