En este cuarto encuentro del ciclo Entregados, compartido junto a Fernando Raspo (IG y YT @fernandoraspo), la conversación se centra en una herramienta que ha transformado la comprensión contemporánea del crecimiento espiritual: el mapa de la conciencia.
A menudo, el camino del autoconocimiento carece de referencias claras. Se transitan estados de euforia, caídas en el miedo, momentos de paz y turbulencias emocionales sin comprender la lógica subyacente.
Entender qué es el mapa de la conciencia ofrece una estructura comprensible a este caos aparente, permitiendo ubicar dónde se encuentra la percepción en cada momento.
Desarrollado por el Dr. David Hawkins, este mapa no se presenta como una teoría filosófica abstracta, sino como una guía práctica y calibrada para navegar la experiencia humana.
A lo largo de la charla, exploramos cómo este “modelo matemático del ego” ofrece una explicación lógica a fenómenos que antes parecían inexplicables: por qué el esfuerzo a menudo no trae resultados, cómo la visión de Dios cambia según el estado interno y cómo la ciencia y la espiritualidad pueden converger.
Esta es una invitación a observar la propia vida a través de estos lentes, utilizando el mapa de la conciencia como una brújula para el despertar.
El origen del mapa: ciencia y mística
Para comprender la profundidad y la validez de este modelo, es útil observar primero a su creador y el contexto de su surgimiento. David Hawkins fue una figura singular que logró integrar dos mundos que la modernidad suele mantener separados: la psiquiatría clínica de alto nivel y la experiencia mística directa.
Se relata que, tras haber tenido experiencias de iluminación espontánea desde la infancia y haber atravesado una vida profesional convencional ayudando a miles de pacientes, David Hawkins dedicó décadas a investigar la naturaleza de la conciencia humana . Su enfoque no fue dogmático, sino empírico.
La validación mediante calibración kinesiológica
Su búsqueda no se detuvo en la teoría especulativa. Utilizó la calibración kinesiológica (test muscular) para validar empíricamente los estados del ser. La premisa base es que el cuerpo no puede mentir: se fortalece ante la verdad (lo que favorece la vida) y se debilita ante la falsedad (lo que no favorece la vida).
A través de millones de calibraciones, creó una escala logarítmica que va del 1 al 1000. Este trabajo permitió, por primera vez, definir qué es el mapa de la conciencia con precisión científica, estableciendo un campo donde cada emoción, visión de vida y proceso psicológico tiene una ubicación precisa y una frecuencia energética medible.
Al indagar sobre el mapa de la conciencia, se descubre que es un puente entre la razón y la fe. Ofrece al buscador moderno una estructura lógica para transitar lo inefable, permitiendo saber “dónde estamos, quiénes somos y para dónde vamos”.
La estructura de los niveles de conciencia
Al analizar qué es el mapa de la conciencia, se observa que se despliega como una escala logarítmica que clasifica los diferentes niveles de conciencia según su poder vibratorio. Es fundamental notar que no se trata de una jerarquía moral de “bueno” o “malo”, sino de una descripción de campos de energía que determinan la percepción de la realidad.
La escala logarítmica
Un detalle técnico crucial mencionado en la charla es la naturaleza logarítmica de los números en el mapa de la conciencia. Cuando se habla de un nivel 200 o 300, no es una suma aritmética. Cada punto de incremento representa un salto de poder enorme.
“Un solo punto o 10 puntos… implican muchísimos puntos más… saltar del 200 al 250 es un salto enorme.” (Fernando)
Esto explica por qué una persona en niveles de conciencia elevados (como el amor, 500) puede contrarrestar la negatividad de miles de personas en niveles bajos. El poder no crece linealmente; crece exponencialmente.
Los lentes de la percepción
Una de las analogías más útiles compartidas en el encuentro para explicar qué es el mapa de la conciencia es la de los lentes de colores.
Cada uno de los niveles de conciencia actúa como un filtro perceptivo total. Si se está posicionado en un nivel bajo, como la vergüenza o el miedo, la realidad entera se tiñe de esa cualidad. El mundo es neutro; es el nivel de conciencia el que le otorga significado.
“Es como si fueran los lentes que nos ponemos para ver la realidad. Pensamos, sentimos, interpretamos y experimentamos todo en función del nivel de conciencia en el que nos encontremos.” (Fernando)
Si alguien lleva puestos los lentes del miedo, verá amenazas donde otros ven oportunidades. El mapa de la conciencia permite identificar qué “lentes” se están usando. Al reconocer que la emoción no es una reacción justificada por el mundo, sino un síntoma del nivel en el que se está, se recupera el poder de elección.
El poder contra la fuerza: el umbral crítico
Una distinción crítica que define la estructura del mapa de la conciencia y que da título a la obra más famosa de Hawkins, El poder contra la fuerza, es el punto de inflexión en el nivel 200 (el coraje). Esta división ayuda a clarificar la viabilidad de la vida en cada estado.
El reino de la fuerza (calibración < 200)
Por debajo de 200 se encuentran las emociones de vergüenza, culpa, apatía, sufrimiento, miedo, deseo, ira y orgullo.
Estos niveles de conciencia se caracterizan por ser de “supervivencia”. La vida se percibe como una lucha constante. Energéticamente, son niveles que consumen vida en lugar de aportarla. Aquí, la persona se siente separada, víctima de las circunstancias y obligada a usar la fuerza para obtener lo que necesita .
“Vivimos en modo lucha, en modo supervivencia… todo parece ser forzado.” (Fernando)
En el contexto de El poder contra la fuerza, estos niveles operan desde la escasez y la competencia.
El reino del poder (calibración > 200)
Por encima de 200 comienzan los niveles de coraje, neutralidad, voluntad, aceptación, razón, amor, alegría, paz e iluminación.
Aquí la vida deja de ser una lucha para convertirse en una expresión. La energía es expansiva, sostiene la vida y se alinea con la verdad. Se pasa de “sobrevivir” a “vivir” y “dar”.
“La vida ya no se trata de sobrevivir… sino que se trata de dar, de disfrutar, de integrarse a la vida.” (Karel)
Este umbral es vital para entender qué es el mapa de la conciencia: marca la diferencia entre empujar la existencia (fuerza) o permitir que la existencia fluya (poder).
La dinámica de los niveles inferiores
Al explorar qué es el mapa de la conciencia, es esencial observar sin juicio los niveles que a menudo se etiquetan como “negativos”. Entender su mecánica interna es el primer paso para trascenderlos.
El miedo y la separación de Dios
En los niveles más bajos de la escala, la experiencia predominante es la separación. La persona se siente aislada, desconectada de los demás y, fundamentalmente, separada de la Fuente. El mapa de la conciencia revela que la visión de Dios cambia drásticamente según el nivel.
“Mientras más abajo estoy en la tabla… le tengo miedo a dios… porque al ser un fragmento pequeño en un universo inmenso, se siente vulnerable.” (Karel)
Esta percepción de separación genera una necesidad compulsiva de control. La energía se gasta en defensas y ataques, dejando muy poco disponible para la creatividad.
El orgullo como defensa frágil
Un nivel interesante de observar en el mapa de la conciencia es el orgullo (calibra en 175). Aunque se siente “mejor” que el miedo o la culpa, sigue estando por debajo del nivel crítico de 200, operando todavía en el reino de la fuerza y no del poder.
El orgullo se siente bien solo en contraste con la vergüenza, pero es frágil. Depende totalmente de las condiciones externas. En el mapa, se describe que la visión de Dios en este nivel es “indiferente” . El ego orgulloso se siente autosuficiente y rechaza la ayuda. Al comprender qué es el mapa de la conciencia, se ve que el orgullo no es poder real, sino una inflación del ego.
La transición hacia la razón y más allá
El ascenso en el mapa de la conciencia no es un logro personal del ego, sino un proceso de soltar lastre. A medida que se liberan las resistencias, la energía natural del Ser comienza a emerger.
El coraje y la responsabilidad
El nivel 200, el coraje, es la puerta de entrada. Aquí se produce un cambio fundamental: se pasa de culpar al mundo a asumir la responsabilidad de la propia experiencia. Es el primer nivel donde la vida devuelve tanta energía como la que se invierte.
La razón y el salto a lo no lineal
Más arriba en la escala, se encuentra el nivel de la razón (400-499). Este es el pináculo de la mente intelectual. Grandes pensadores como Einstein o Freud calibraron en este rango.
Sin embargo, la razón tiene un límite. Se basa en la linealidad, en la lógica de causa y efecto temporal (A lleva a B). Para cruzar al nivel del amor (500), se requiere un salto paradigmático que el mapa de la conciencia ilustra claramente: soltar la necesidad de entenderlo todo para empezar a amar lo que es.
“Muchos científicos… no pasaron de ahí porque no se animaron a soltar la linealidad del mundo… Pero cuando pasás al nivel 500 para arriba, ya empezás a ver la vida como no lineal.” (Karel)
Este paso implica rendir el intelecto al corazón, permitiendo que la comprensión lógica sea reemplazada por la revelación intuitiva. Es aquí donde se manifiesta plenamente qué es el mapa de la conciencia: una guía hacia la trascendencia de la mente lineal.
La práctica: aplicar el mapa y dejar ir
El valor real de entender qué es el mapa de la conciencia reside en su aplicación práctica. No es solo para saber “dónde estoy”, sino para saber “qué hacer” con lo que siento.
El reconocimiento sin juicio
El primer paso es la honestidad radical. Al sentir una emoción, se puede consultar el mapa para identificar el campo de energía que se está habitando.
Si se siente desprecio, se puede reconocer: “Estoy en el nivel de orgullo”. Si se siente ansiedad, “Estoy en el nivel de miedo”. Lo crucial aquí es evitar el juicio. No hay nada “malo” en estar en un nivel bajo; es simplemente una estación de radio que se está sintonizando .
La herramienta de transformación: dejar ir
El mapa de la conciencia nos dice “dónde” estamos. La herramienta para movernos es el dejar ir.
Se propone una práctica de visualización interna: imaginar que se está dentro de una burbuja o campo de energía. Todo lo que se siente no viene de afuera, sino que está ocurriendo dentro de ese campo . El evento externo es solo el detonante, no la causa.
“Ese evento no es la causa de mi ira, sino que la ira que yo estoy sintiendo es porque yo estoy dentro del campo de conciencia de la ira.” (Fernando)
La técnica de dejar ir es simple en su esencia:
- Reconocer la sensación en el cuerpo.
- Desidentificarse de los pensamientos (y la historia mental asociada).
- Permitir que la energía esté ahí, sin resistirla.
- Sostener hasta que la energía se agote por sí sola.
Al hacer esto, se libera la presión acumulada y la conciencia tiende a subir naturalmente hacia niveles de conciencia más altos.
El servicio a la totalidad
Una dimensión profunda que se exploró en el encuentro es que el trabajo con el mapa de la conciencia no es un acto individualista.
Al elevar la propia vibración, se contribuye directamente a la elevación de la conciencia colectiva. Estamos interconectados en un campo unificado.
“Cuando te desidentificás del ego, te desidentificás del inconsciente colectivo de separación… Y eso justamente es una contribución para todos los que están conectados a ese campo.” (Karel)
Cada vez que una persona elige el coraje sobre el miedo, está inyectando poder en el campo colectivo. Es un servicio silencioso pero inmensamente potente, validado por los principios de El poder contra la fuerza.
Integración: la invitación a la experiencia
El mapa de la conciencia es una herramienta intelectual fascinante, pero su verdadero valor se revela solo en la experiencia directa. Al principio, los cambios pueden parecer sutiles, como un pequeño giro en el timón de un barco, pero con el tiempo redefinen el destino .
La invitación de este encuentro es a usar el mapa como una referencia viva en el día a día. A preguntarse ante cada reacción: “¿Desde dónde estoy viviendo esto?”. A usar el dejar ir como una higiene diaria del alma.
No se trata de llegar a una meta final, sino de disfrutar la expansión progresiva de la libertad interior. Comprender qué es el mapa de la conciencia es, en última instancia, comprender el camino de regreso a casa.
Si esta perspectiva resuena, se sugiere profundizar en la obra de David Hawkins (“El poder contra la fuerza”, “Dejar ir”, “La explicación de la conciencia”) y, sobre todo, a probarlo. La verdad no necesita defensa; se verifica a sí misma en la paz que otorga.
Gracias por acompañarnos hasta aquí.
Abrazo grande!
Karel y Fer
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