¡Hola Semilla!
Si ya tuviste la oportunidad de sumergirte en el video, sabes que hoy abordamos una de esas preguntas que nos tocan el alma: «¿Por qué nada de lo que hago me da Paz?».
Es un tema profundo que nos invita a revisar desde dónde estamos construyendo nuestra realidad y nuestras expectativas. La respuesta es la llave a la libertad.
🤔 La Paz: ¿Objetivo o un estado del Ser?
Queridos hermanos, es algo realmente hermoso de observar y reconocer: nada de lo que hago me da Paz permanente.
Ninguna acción externa nos va a dar el resultado que esperamos que nos dé.
¿Alguna vez emprendiste una acción buscando un resultado muy específico? Tal vez esperabas sentir alegría, paz o felicidad, deseando cambiar ese malestar, insuficiencia o escasez que sentías.
Imaginemos por un momento: si la causa (nuestra acción) fuese opuesta al efecto (lo que sentimos), simplemente no tendría sentido.
Sin embargo, tenemos la ilusión constante de que el hacer puede darnos algo distinto a la energía con la que esa acción fue gestada. Es una rareza de pensamiento, ¿verdad?
La Paz y la felicidad son, en verdad, un estado del Ser. Una cualidad que ya está presente en cada uno de nosotros.
¿Busco la Paz para dejar de sufrir, o busco la Paz porque es lo que ya Soy?
✨ El Espejismo de la Causa Externa
Nos sentimos de una manera (ansiedad, carencia) y, en lugar de profundizar en ese sentir, de indagar qué hay ahí sin juzgarlo, buscamos una acción externa.
Esta acción externa es un intento de cubrir el vacío interno. Es por eso que nada de lo que hago me da Paz si el hacer surge del miedo.
El ego, ese personaje que creemos ser, es el «Hacedor Humano». Cree que se construye a través del hacer, sin darse cuenta de que ya es.
El mundo se convierte entonces en un campo de batalla donde intentamos «ganar» la Paz. Pero la Paz no se gana, se es.
La Paz, en el fondo, no es una idea. Es un estado del Ser, tu naturaleza inmutable.
🌱 La Paz Ya Está en Ti: El Ser Inmutable
Aquí reside la clave: la felicidad y la Paz no son una idea, un objetivo, un logro, ni un acumular cosas o tener éxito externo. Nada de eso.
Si no la estamos viendo, no es porque tengamos que salir a buscarla. La Paz ya está aquí, en este mismo instante.
¿Cómo la vemos entonces? Observando lo que sí estamos sintiendo.
Si nos aventuramos a través de ese dolor, miedo, ansiedad, vergüenza o culpa, y profundizamos, nos sumergimos, podemos darnos cuenta pacientemente.
Descubrimos que debajo de lo aparente, la Paz de fondo ya estaba allí.
La acción, en lugar de ser externa, puede ser en este instante, sumergiéndonos en lo que ya está siendo. Esto es la autoindagación.
🧘♀️ El Poder de Hacer Desde el estado del Ser
Es muy bonito poder observar esto para comenzar a liberarnos mentalmente de nosotros mismos.
Nos liberamos de lo que hemos construido encima de lo que en verdad somos: esas capas de personaje, condicionamientos y creencias. Nos hemos vuelto el «hacedor humano» en lugar del «Ser Humano».
Y no, esto no significa que no haya que hacer nada. Al contrario, la acción primordial es la contemplación. La observación de lo que está siendo.
Y luego, desde allí, emergerá una acción. Siempre se está haciendo algo. La pregunta es: ¿desde dónde se está haciendo eso?
¿Para conseguir algo futuro que creemos que no somos? ¿O desde un lugar de confianza, de la Paz y la alegría que ya empezamos a sentir? Si la causa es Paz, el efecto va a ser Paz.
🗝️ La Pregunta Clave: El Origen de tu Acción
Será mucho más eficiente observarte antes de hacer algo. Y mientras lo haces, pregúntate constantemente:
¿Desde dónde está saliendo esta acción? ¿Qué es lo que le da vida?
Ahí te darás cuenta del resultado inmediato. Porque en ese instante en que lo reconoces, ya lo estás consiguiendo.
La causa y el efecto deben estar alineados: nada de lo que hago me da Paz si lo hago desde la carencia.
El verdadero propósito es extender la Paz que ya eres, no buscarla.
¿Y si mi único propósito en el hacer es recordar la Paz que soy?
⛓️ Desmantelando la Ilusión del Hacedor
La ilusión de que nada de lo que hago me da Paz se sostiene en la creencia de que hay un «yo» separado que debe lograr esa Paz.
Pero el «yo que hace» es la misma mente que crea la ilusión de la carencia.
Si la Paz ya es una cualidad esencial del Ser, ¿cómo podría la acción del ego separarnos o unirnos a ella? Simplemente no puede.
El estado del Ser es el único lugar de donde puede surgir la Paz genuina.
Esto nos libera de la tiranía del esfuerzo. El esfuerzo por alcanzar la Paz es lo que más la aleja.
Al reconocer que nada de lo que hago me da Paz cuando la busco, dejo de buscar y simplemente permito que se revele.
💖 Integración: Vivir Desde la Fuente Inagotable
Espero de corazón que esta perspectiva haya abierto un nuevo panorama para todos. Para aquellos que emprenden, es clave cambiar la actitud con el hacer y descubrir lo que ya es.
Esto es parte del recordar en esencia lo que ya estamos siendo: Seres de Paz.
El estado del Ser es la Fuente inagotable. Tu acción, tus proyectos, tus relaciones, solo se vuelven verdaderamente significativas cuando son un regalo de esa Fuente, no una búsqueda para llenarla.
Recuerda: nada de lo que hago me da Paz si lo que hago busca reemplazar a Dios.
Te mando un abrazo enorme, y nos encontramos en este instante.
Karel
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