¿Ofreces desde la Abundancia o la Escasez?

Buenas buenas, Semillas! 👋

¿Ofreces desde la Abundancia o la Escasez?

Justamente de esto estuvimos charlando y me pareció crucial traerlo por acá también, porque es algo que veo mucho, sobre todo entre quienes estamos en este camino de compartir conciencia, de ser terapeutas, coaches, comunicadores. Hablamos un montón de abundancia, de riqueza en todos los sentidos, pero cuando llegamos al punto de ponerle precio a lo que hacemos, ¡uuuuy!, ahí se toca una fibra sensible.

¿Cuánto cobrar? ¿Cobrar mucho es «malo»? ¿Dejarlo a voluntad es lo «correcto»? 🤔 A veces nos hacemos un lío tremendo y terminamos poniendo precios mínimos o dejando que cada quien aporte lo que quiera, pensando que así estamos contemplando la situación de todos.

El «Desde Dónde» Marca la Diferencia

Pero acá está la clave, Semillas: la validez de la decisión está en el «desde dónde» la tomamos. ¿Estamos poniendo ese precio o dejando el aporte a voluntad desde un lugar de genuina abundancia, confiando en que el universo proveerá y que estamos dando un servicio valioso? ¿O lo estamos haciendo desde el miedo a no ser valorados, desde la creencia de que «la gente no tiene» o desde la culpa por «cobrar por algo espiritual»?

Miren, la cantidad no es el problema, es una cuestión del ego. Pensar que un valor es bueno y otro malo, sin importar el monto, nos mete de lleno en la dualidad. Creemos que hay algo adecuado o inadecuado para todos, pero esa es una visión sesgada, nuestra propia perspectiva.

Rompiendo la Dualidad del Precio

Podemos creer que poner un precio bajo es ayudar a todos, pero quizás hay quienes sí podrían pagar un precio justo y no les estamos dando la oportunidad de dar, y nosotros no nos estamos permitiendo recibir. Ahí se bloquea la energía. Ojo, no digo que esté mal dar cosas gratis o a voluntad en ciertos contextos, pero es fundamental revisar si esa decisión nace del ser que nos integra a todos, ¡incluyéndonos a nosotros mismos!

Lo importante es no estar apegados emocionalmente a la elección del precio, ni creer que es lo mejor o lo peor, ni esperar una reacción específica de la gente. Si dependemos de la aprobación externa, no estamos contemplando a todos, nos estamos olvidando de nosotros.

Mi Propia Lección sobre el Precio

Les cuento algo personal que compartí «arriba». Hubo un momento en que sentí claramente la guía de que estaba bien poner un precio a mis servicios. ¿Saben por qué? Porque si lo daba todo gratis, no me estaba abriendo a recibir. Y, ¿cómo iba a enseñar abundancia a otros si no lo vivía en carne propia? Nuestro ejemplo es mucho más poderoso que nuestras palabras.

El precio, a veces, es solo un distractor, una excusa para procrastinar aquello que realmente queremos hacer. Nos trabamos ahí, pensando y repensando, cuando la energía debería estar fluyendo en la creación y la entrega.

La Intención como Motor de la Abundancia

Al final, Semillas, el éxito de lo que ofrecemos no depende del precio, ni del tema, ni del formato. Depende pura y exclusivamente de la intención con la que lo hacemos. Si la intención nace de la carencia, da igual si es gratis o cuesta una fortuna, esa energía de falta resonará en lo que atraemos.

Cualquier opción de precio está bien, siempre y cuando así lo sientas, desde un lugar profundo donde te contemplas a ti y a los demás por igual. Observa el contexto, tu situación y la de tu público, y toma una decisión con conciencia y discernimiento.

Recuerden siempre: la intención es lo que detona la abundancia. El precio es solo una forma de esa energía manifestándose. Así que pregúntense hoy, ¿desde dónde están eligiendo? ✨

Por último antes de despedirme, quiero invitarte al próxima masterclass o mentoría que estoy organizando sobre El Camino a la Prosperidad. Será totalmente gratuito en los primeros días de abril. > Aquí el enlace

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