Algo disruptivo, si, es verdad. Considerando que nunca antes había hablado públicamente sobre esto, al menos no en esta encarnación.
Es un tema, que me ha acompañado durante gran parte de mi viaje en la materia. No obstante, en los últimos 32 años fue algo que si bien llevaba conmigo de forma inherente, no había tenido aún un lugar protagónico en mi vida.
Primero que nada, me gustaría enunciar lo que hoy entiendo como sanación energética. Para sintetizar, me refiero al retorno del uso armónico de la tecnología integrativa entre los planos físico, mental, emocional, y espiritual (si bien hay más planos existenciales, estos son los más cercanos a nuestra experiencia actual).
Yogananda, describe a la sanación como la «conexión fisiológica entre mente y materia, a través de la manipulación de la energía vital».
La palabra «armonía» es muy significativa, ya que siempre estamos en uso de nuestros cuerpos. Los cuales interactúan constantemente, sin la necesidad de que seamos concientes de ello. Su estado natural de funcionamiento ES la armonía. Por lo que la distorsión de ese estado natural armónico, sería lo que lleva a los cuerpos al desequilibrio de sus funciones. Esto puede evidenciarse en una persona como enfermedad, de cualquier tipo, nivel, y en cualquiera de los cuerpos mencionados.
Debido a esto, considero muy claro que la enfermedad es una anomalía para cualquiera de los cuerpos. Ya que su funcionamiento perfecto, es su estado natural.
Esto que acabo de plantear tan rápido y simple, en la practica puede no serlo. Se debe a que solemos forzar nuestros cuerpos a un estado antinatural. Guiándonos por nuestro ego (o mente egoica) que nos propone pensamientos y acciones disonantes a la armonía. Lo que poco a poco genera las mencionadas enfermedades o trastornos, desde lo más sutil en primera instancia, hasta lo físico y evidente con el paso del tiempo (o la insistencia).
Son muy buenas noticias, ya que al reconocer la armonía como sinónimo de salud, podemos literalmente «sanarnos a nosotros mismos«. En algún punto, sin la necesidad de agentes externos de ningún tipo. Aunque dependiendo del nivel de consciencia y asimilación de la persona, puede que momentáneamente aun se requiera algunos complementos en su proceso de sanación.
Esta aproximación puede ser muy simplista y teórica, pero creanme que es la base necesaria para la comprensión de todo lo que aquí vamos a ir desarrollando posteriormente. Así como las prácticas que iremos experimentando para reconocer lo que aquí se plantea.
Hoy veo y percibo, todo como energía en movimiento, realmente es asi para mi. Se que muchos dicen esto, asegurando que absolutamente todo es energía, y que estamos conectados a través de ella de diferentes maneras. Compartimos inevitablemente una coexistencia energética inseparable. Algo que nos une más allá de la aparente separación de las formas materiales, creamos en ello o no, asi es.
Por ende aquí tenemos una responsabilidad doble:
En primer lugar, para con nosotros como individuos. De tomar conciencia de lo que manifestamos en nuestros cuerpos, de los efectos que hemos conseguido a través de las decisiones que hemos tomado, y la capacidad que todos tenemos de retornar a la salud armónica de nuestra naturaleza.
En segundo lugar, como participantes y cocreadores de un colectivo. Parte inseparable de este entramado energético en el que convivimos, todos y cada uno de los seres vivos en este gran ecosistema. Sabiendo que nuestras alteraciones ya no solo nos afectan como individuos, sino también al todo unificado por transductividad.
Como bien dice un colega, responsabilidad es la habilidad de responder. Y es debido a esto que me he encomendado a la misión de compartir con vosotros todo lo relacionado a este magnífico tema, tanto desde la información recabada, las memorias de diferentes experiencias vividas, así como los métodos facilitados por canalizaciones recibidas.
Gracias por recibir esta primera transmisión, me despido brevemente hasta nuestro próximo encuentro.
Abrazo de luz, con mucho amor Karel.
Nota: A pesar de que todo lo compartido es en total coherencia entre lo que pienso, digo y siento, te pido una cosa: Por favor no te creas nada. Experiméntalo!