Bienvenidos a la Clase 1 de este curso sanación energética gratuito. Hoy comenzamos un viaje disruptivo, explorando los fundamentos de la sanación energética.
Este es un tema que acompaña al ser humano desde siempre, aunque a veces olvidado. No se trata de adquirir algo nuevo, sino de recordar una capacidad inherente.
Definimos sanación energética como el retorno al uso armónico de nuestra tecnología integrativa entre los planos físico, mental, emocional y espiritual. Aunque existen más planos, estos son los más cercanos a nuestra experiencia actual y donde podemos aplicar conscientemente nuestro poder de autosanación.
Paramahansa Yogananda describió la sanación como la «conexión fisiológica entre mente y materia, a través de la manipulación de la energía vital». La palabra clave aquí es armonía.
Armonía natural: el estado base del Ser
Nuestros cuerpos (físico, mental, emocional, espiritual) interactúan constantemente, manteniendo un delicado equilibrio energético sin necesidad de nuestra intervención consciente. Su estado natural de funcionamiento ES la armonía.
Cuando experimentamos este estado, nos sentimos plenos, vitales, en paz. La energía fluye libremente. La armonía natural es sinónimo de salud en todos los niveles.
La distorsión de ese estado natural armónico es lo que lleva a los cuerpos al desequilibrio de sus funciones. Esto puede evidenciarse como «enfermedad», malestar, conflicto, carencia… en cualquiera de los cuerpos o planos mencionados.
Desde esta perspectiva, la enfermedad (desarmonía) es una anomalía, no una fatalidad inevitable. Es una desviación del funcionamiento perfecto, que es nuestro estado natural y derecho de nacimiento.
El origen de la desarmonía: la disonancia del ego
Si la armonía es nuestro estado natural, ¿por qué experimentamos desequilibrio? La respuesta reside en cómo solemos forzar nuestros cuerpos a un estado antinatural.
Nos guiamos por nuestro ego (o mente egoica), esa parte de la conciencia identificada con la separación y el miedo. El ego propone pensamientos y genera acciones disonantes con la armonía inherente del Ser.
- Pensamientos: Juicios, críticas (hacia uno mismo o los demás), preocupaciones (miedo al futuro), culpas (apego al pasado), creencias limitantes («no soy suficiente», «la vida es difícil»).
- Acciones: Comportamientos compulsivos, reacciones automáticas basadas en el miedo, hábitos autodestructivos, forzar situaciones en lugar de fluir.
Esta disonancia, sostenida en el tiempo, genera las mencionadas enfermedades o trastornos. Comienzan en lo más sutil (energético, emocional, mental) y, si la resistencia persiste, se densifican hasta manifestarse en lo físico y evidente.
¿Estoy actuando/pensando desde la armonía del Ser o desde la disonancia del ego?
Reconocer esto trae muy buenas noticias: si somos nosotros quienes (inconscientemente) creamos la desarmonía, también somos nosotros quienes podemos restaurar la armonía. Tenemos la capacidad inherente de autosanación.
El potencial de la autosanación y el equilibrio energético
Al reconocer la armonía como sinónimo de salud, podemos literalmente «sanarnos a nosotros mismos». En algún punto de nuestro despertar, esto puede ocurrir sin la necesidad de agentes externos de ningún tipo.
La autosanación no es un «poder mágico» reservado para unos pocos, sino la capacidad natural del sistema energético de volver a su equilibrio cuando retiramos los obstáculos (pensamientos y emociones disonantes).
Claro está, dependiendo del nivel de conciencia y asimilación de cada persona, puede que momentáneamente aún se requieran complementos externos en el proceso de sanación (terapias, medicinas, apoyo). Estos no contradicen la autosanación, sino que actúan como catalizadores o soportes mientras aprendemos a reactivar nuestro poder interno.
Esta aproximación puede parecer simplista, pero es la base necesaria para comprender la sanación energética y las prácticas que exploraremos en este curso sanación energética, como la liberación de bloqueos.
Todo es energía en movimiento. Esta no es solo una frase New Age; es una realidad física (cuántica) y espiritual. Estamos conectados energéticamente de formas que van más allá de la aparente separación de las formas materiales. Compartimos inevitablemente una coexistencia energética inseparable. Creamos en ello o no, así es.
La doble responsabilidad personal
Esta comprensión nos lleva a una responsabilidad personal doble:
- Responsabilidad Individual: Tomar conciencia de lo que manifestamos en nuestros cuerpos y en nuestra vida. Reconocer los efectos (síntomas, circunstancias) y asumir las causas (decisiones internas, patrones de pensamiento/emoción). Y, fundamentalmente, reconocer la capacidad que todos tenemos de retornar a la salud armónica de nuestra naturaleza.
- Responsabilidad Colectiva: Como participantes y cocreadores de un colectivo, somos parte inseparable de este entramado energético. Nuestras alteraciones (disonancias) ya no solo nos afectan individualmente, sino también al Todo unificado por resonancia (transductividad). Nuestro equilibrio energético contribuye al equilibrio colectivo.
Como bien se ha dicho, responsabilidad es la habilidad de responder. No es culpa, sino la capacidad de elegir una respuesta consciente ante lo que la vida nos presenta (que a su vez es un reflejo de nuestro interior).
Es debido a esta habilidad inherente que surge la misión de compartir este conocimiento, tanto desde la información recabada, las memorias de experiencias vividas, como los métodos facilitados por canalizaciones recibidas.
¿Estoy respondiendo a mi vida desde la victimización o desde mi habilidad de responder conscientemente?
El camino hacia adelante: liberación de bloqueos y más
Esta Clase 1 sienta las bases conceptuales. En las próximas clases de este curso sanación energética, exploraremos herramientas prácticas para aplicar estos principios:
- Armonización con los 5 Elementos: Entender cómo equilibrar las energías arquetípicas.
- Escaneo del Cuerpo Energético: Aprender a percibir nuestro propio campo.
- Liberación de Bloqueos: Técnicas específicas (como la «cirugía energética») para disolver densidades.
- Sostener la Frecuencia: Cultivar estados elevados de conciencia.
El objetivo es recordar y reactivar nuestra capacidad innata de sanación energética y autosanación.
🌿 Equilibrio energético como práctica diaria
El equilibrio energético no es un estado que se alcanza una vez y ya está. Es una práctica dinámica y constante de auto-observación y ajuste. Requiere atención plena a nuestros pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
Algunas claves para iniciar esta práctica:
- Pausas conscientes: Detenerse varias veces al día para respirar y sentir el cuerpo.
- Auto-indagación: Preguntarse honestamente: «¿Qué estoy sintiendo realmente?», «¿Qué pensamiento está activo?».
- Elección consciente: Elegir activamente pensamientos y enfoques que generen paz y armonía.
¿Qué pequeño paso puedo dar hoy para cultivar mi equilibrio energético?
Integración: experimentar es la clave
Hemos explorado qué es la sanación energética: el retorno a la armonía natural a través del equilibrio energético, asumiendo nuestra responsabilidad personal. Hemos visto que la autosanación es posible y que la liberación de bloqueos es parte del camino.
A pesar de que todo lo compartido nace de una profunda coherencia, se pide una cosa: Por favor, no creas nada ciegamente. ¡Experiméntalo!
La verdadera comprensión no viene de la teoría, sino de la vivencia directa. Usa esta información como un mapa, pero el territorio es tu propia conciencia.
“La verdad no necesita defensa, solo necesita ser reconocida.” – (Inspirado en UCDM)
Gracias por recibir esta primera transmisión de este curso sanación energética.
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Karel
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