Queridos Hermanos y Hermanas,
Hoy quiero compartir con ustedes algo muy profundo, una vivencia que realmente marcó un antes y un después en mi camino. Arriba, en el video, les abro mi corazón sobre una gran experiencia reveladora que tuve hace algunos meses. Fue una de esas crisis que la vida nos presenta, pero que en realidad son poderosos procesos de despertar.
Y como les cuento, estos despertares no son eventos aislados, sino que siento que son progresivos, llevándonos cada vez más hondo, a un espacio de mayor libertad donde podemos re conectar con nuestra paz interior.
Sé que muchos de ustedes, al igual que yo en algún momento, quizás se resistan a encontrar esa paz dentro y salgan a buscarla afuera, en lo material.
La Lección del Curso y la Entrega
La frase que resonó profundamente en mí, la lección 194 del Curso de Milagros, fue: «Pongo el futuro en manos de Dios.» Llámenlo Dios, Universo, Fuente, como sientan en su corazón.
Para alguien como yo, con esa parte estructurada y controladora de mi personalidad, decir esto fue muy fuerte, pero cuando lo comprendí e integré, sentí un alivio inmenso.
Sentí esa paz que tantas veces busqué queriendo controlar lo externo, el desarrollo de las cosas, lo que «debía» obtener del mundo, como si siempre me faltara algo. Pero claro, la paz es inalcanzable desde ese lugar de carencia y control. Fue como sacarme una mochila llena de piedras y darme cuenta de que esa paz siempre estuvo aquí, en este instante.
Una Noche Fuera del Tiempo
Esta comprensión profunda llegó después de una experiencia muy particular, una madrugada en la que me desperté, pero mi cuerpo no respondía. Era como si pudiera observarme desde afuera, sin poder volver a conectar con las funciones básicas del movimiento. Estaba entre la vigilia y el mundo de los sueños, algo muy extraño.
En ese momento, la necesidad de control se hizo terriblemente evidente. Quería controlar lo que no podía, y sin embargo, en medio de esa inmovilidad, sentía una paz inexplicable. Fue en ese punto donde decidí entregarme por completo. Salí y me tiré en el pasto, renunciando al cuerpo, a la vida material, sintiendo como si me entregara a la posibilidad de la muerte física.
Conciencia y Propósito Renovado
En esa quietud profunda, pude notar la diferencia entre mi mente de baja vibración y mi conciencia superior. Todo se volvió más claro, con más espacio. Sentí una libertad plena, como si pudiera navegar por el cosmos. Y en esa perspectiva, la decisión de volver a encarnar no fue inmediata.
Fue una voz interior la que me preguntó si quería regresar, y si lo hacía, tendría una gran responsabilidad: la habilidad de responder al mundo desde la conciencia, no desde la fuerza o la materia. Después de tres días de profunda reflexión, reafirmé mi propósito de servicio a la conciencia en la materia. Entendí que venimos de esa conciencia infinita para manifestarla en lo concreto, en nuestro día a día, en lo que creamos y compartimos.
Entregar el Futuro sin Soltar la Dirección
Esta experiencia me enseñó que no controlar mi futuro no significa no tener dirección. Podemos elegir hacia dónde dirigir nuestra conciencia, pero la forma en que eso se desarrolla en este plano de existencia, donde interactúan tantas conciencias individuales, no depende solo de nosotros.
Entregar el futuro es renunciar a la ilusión de tener todo el conocimiento de cómo se desenvolverán las cosas. Hay muchas variables que escapan a nuestra percepción. Si lo que buscamos construir involucra a otros, debemos integrar sus decisiones y niveles de conciencia. Esa es la verdadera humildad: tener claridad sobre nuestro camino, pero entender que cada uno tiene su propio ritmo y forma de llegar a su verdad.
Así que, Queridas Semillas, los invito a reflexionar sobre esto. ¿Están buscando la paz afuera? ¿Están tratando de controlar cada detalle de su futuro?
Tal vez, como a mí, entregar ese futuro a manos de lo divino les permita encontrar esa paz que siempre estuvo dentro y liberar un camino lleno de posibilidades que aún no pueden imaginar.
Confíen en el proceso, confíen en su guía interior, y permitan que la conciencia se manifieste a través de ustedes. 🙏✨
Les mando un abrazo enorme y recuerden que estamos todos conectados en este hermoso viaje.