Hola, Queridas Semillas. 👋 ¿Cómo andan vibrando hoy?
Arriba les compartí un video que grabé hace poquito sobre un tema que me resonó mucho durante años, y es esta cuestión de si la espiritualidad, si aquello que nace verdaderamente de nuestro espíritu, necesita o no de publicidad. Y la respuesta, después de mucha experiencia y observación, es clara: no necesita publicidad.
Cuando la Esencia se Expresa, No Requiere Anuncios
Cuando compartimos algo que genuinamente viene de nuestra esencia, desde lo más profundo de nuestro corazón y con total convicción de que es verdad, no necesitamos salir a forzar que la gente lo vea. El simple hecho de expresarlo, de externalizar esa verdad que reside en nosotros, ya es lo verdaderamente valioso. Si alguien lo ve o no, ya depende completamente de esa persona, de su momento, de su apertura, no de nosotros ni de nuestro mensaje.
Pero claro, es fácil caer en la tentación de la publicidad paga, de meter dinero en Facebook, Instagram, YouTube, Google Ads, con la idea de que así más y más personas verán lo que ofrecemos. Y muchas veces, de manera inconsciente, detrás de eso se esconde una necesidad de validación, una búsqueda de que confirmen que nuestro mensaje es valioso y también una inseguridad personal. Yo mismo sentí esa tentación y hasta la comprobé físicamente, invirtiendo en publicidad. Y lo que noté es que cuando uno va desde la energía de la carencia, desde ese «necesito que me vean, necesito que me compren porque siento que no tengo suficiente (ya sea emocionalmente o en representación de dinero)», por más publicidad que hagas, los resultados son nulos o a muy corto plazo y superficiales.
La Fuerza Contra el Poder: Dos Energías Opuestas
Se genera un círculo vicioso donde cada vez tenés que poner más dinero para que te vea la misma cantidad de gente o incluso menos. Es como un hámster en una rueda infinita. Esa es la manera en la que el ego experimenta, desde la fuerza, queriendo forzar los resultados, poniendo energía (dinero) desde la expectativa.
En cambio, cuando accionamos desde el poder, desde esa fuerza interior expansiva, todo se mueve de una manera completamente diferente. Cuando compartís algo desde ese lugar, que probablemente ni siquiera sea publicidad paga, simplemente el acto de compartir, incluso sin promocionarlo por todos lados, ya genera una energía mucho más intensa que viene desde adentro, desde la conexión con nuestro ser. Si bien el mensaje puede venir del corazón, la acción de pagar publicidad muchas veces viene desde una desconexión, desde un «no confío en que si viene de mi corazón va a llegar a las personas correctas». Queremos controlar a quién llega.
Confiar en el Flujo Divino 🙏
Pero si confiamos, si tenemos fe en esa fuerza del espíritu, si realmente creemos que ese contenido, ese video que subimos (como el de arriba), aunque no le paguemos publicidad, va a llegar a la gente adecuada, a quien lo necesite en ese momento, nos desapegamos del resultado. Nos desapegamos de la cantidad de vistas, de si conseguimos ventas o no. Va a llegar porque lo estamos haciendo desde la abundancia, desde la entrega amorosa.
A veces se confunde esto con desinterés, pero no se trata de eso, sino de poner todo nuestro amor y confianza en lo que hacemos. Si lo hacemos desde el miedo, vamos a querer obtener resultados inmediatos, validación externa. Pero si viene desde el amor y la confianza, simplemente lo soltamos. Y curiosamente, vamos a obtener mucho más resultado si soltamos esa expectativa.
La publicidad de pago, en esencia, es aferrarse a la expectativa. El marketing tradicional se basa en eso: necesito llegar a X cantidad de gente para tener X cantidad de dinero. ¡Una locura vivir queriendo controlar lo que naturalmente fluye!
Tuve la experiencia hace unos años, con un proyecto nuevo, donde decidí no invertir en publicidad paga, aunque necesitaba resultados rápidos. Simplemente me enfoqué en lo que la gente necesitaba, en hablar con ellos honestamente, en dar lo mejor de mí. No hice ni una sola publicación promocionada y ese proyecto me dio muchísimas más repercusiones que años de publicidad paga en un emprendimiento anterior. Ahí confirmé que hacer desde el poder es lo verdaderamente valioso.
El sol no necesita publicidad para que sepamos que salió. Sale y punto. Si alguien no lo ve, es porque tiene la cortina cerrada, está mirando para otro lado. Así es con nuestros mensajes del corazón. Cuando irradiamos nuestra luz auténtica, sin forzar nada, las personas que tengan que acercarse, lo harán.
Si todo esto resuena con vos, te invito a explorar la masterclass gratuita que tengo en mi web (karelpetre.com) donde hablamos más sobre cómo accionar desde el poder y manifestar desde nuestro centro. Y si querés profundizar aún más, están las mentorías donde conectamos con estos temas y trabajamos en dejar ir esas creencias limitantes.
Te mando un abrazo enorme, Querida Semilla. ¡A brillar sin necesidad de anuncios! ✨