¡Hola Semillas!
Arriba tienes el video donde te comparto una reflexión profunda sobre un tema que, estoy seguro, resuena muy fuerte en nuestro camino: la gratitud en su esencia más magnífica. Y no me refiero solo a dar las gracias, que es una herramienta poderosa, sino a la gratitud como esa conexión divina que nos permite reconocer a Dios, al Universo, a la Fuente, en cada aspecto de nuestra vida.
Sí, en todo. En cada persona que se cruza en nuestro camino, en cada situación que vivimos, en todo lo que sucede, más allá de si en ese momento nos gusta o no. De eso se trata este estado de gracia del que hablo.
¿Qué es realmente el estado de gracia?
Es esa sensación constante de gratitud plena, una aceptación profunda de lo que está sucediendo, sin resistencia. Es dejar de querer que las cosas sean diferentes y confiar plenamente en que la Fuente está orquestando todo para nuestra mayor evolución. Es saber que cada experiencia, cada persona, llega a nuestra vida por una razón, para que vivamos lo que necesitamos vivir en base a nuestra experiencia actual y a lo que hemos elegido en un nivel superior.
Entrar en estado de gracia es permanecer en esa confianza de que estamos bien encaminados, dirigidos hacia donde tenemos que ir, más allá de las limitaciones de nuestra mente. No porque nuestro ego haya trazado ese camino, sino porque nos hemos entregado a la sabiduría infinita del Universo, que sabe cuál es el futuro que nos traerá mayor prosperidad, aunque nuestros ojos no lo vean con claridad en este momento.
Agradecer en cada circunstancia
Desde esta perspectiva de gratitud, dar las gracias se convierte en una plena convicción de que lo que necesitamos ya es nuestro y lo recibimos. Agradecemos con la certeza de que estamos exactamente donde debemos estar y que todo está sucediendo como tiene que suceder.
Y si hay otras personas involucradas, les damos las gracias por aparecer en nuestra vida, por ser parte de esta experiencia, por permitirnos, incluso si no nos gusta lo que vivimos, aprender y extraer valor de ello. Si en este momento sientes dolor, miedo, ansiedad o frustración, atrévete a encontrar la gracia y agradece incluso esos momentos. Te aseguro que al hacerlo, podrás conectar con ese ser verdadero que reside en ti y resurgir con más fuerza.
La gratitud como un flujo constante
Recuerda, Semilla, que la gratitud no depende de lo externo. Se puede manifestar a través de un regalo, un gesto amable, una palabra de aliento. Pero también podemos agradecer a quien nos critica o nos desafía. ¡Wow! Esa persona está despertando algo en nosotros, mostrándonos una faceta que quizás no queríamos ver.
Podemos agradecer el sol y la lluvia, el verano y el invierno, la abundancia y la aparente escasez. En mi propia experiencia, como te he contado en otros videos, las crisis han sido portales hacia un profundo autodescubrimiento y renacimiento. Es como atravesar esa noche oscura del alma siendo agradecidos por ese proceso, por esa inquietud del ego que nos impulsa a transformarnos.
Porque el ser esencial siempre es pleno. La gratitud es ese estado natural que siempre nos devuelve aquello que emanamos desde nuestro interior. Por eso, mientras más agradeces, incluso aquello que no te gusta, más te abres al flujo de la abundancia del Universo. Es un ciclo continuo, una fuente inagotable que siempre da más cuando agradecemos.
Personalmente, he estado redescubriendo estas verdades a través de personas, situaciones y lecturas, como el libro de David Hawkins, un ser que considero un gran avatar en estado de gracia. Esto me ha recordado la inmensidad de todo lo que tengo para agradecer y cómo la gratitud debilita la necesidad de control del ego, permitiendo que la luz del estado de gracia ilumine cada día.
Gracias, de corazón, por estar ahí, escuchando estas palabras, vibrando en esta energía de resonancia. Recuerda que puedes apoyar este espacio dándole me gusta al video, compartiéndolo y suscribiéndote al canal si resuena contigo.
Pero más allá de eso, te agradezco profundamente por ser parte de esta maravillosa experiencia de vivir la abundancia espiritual, que inevitablemente se manifiesta también en lo material.
Y antes de despedirme, quiero invitarte al próximo taller, masterclass o mentoría que estoy organizando sobre El Camino a la Prosperidad. Será totalmente gratuito en los primeros días de abril. Aquí el enlace, donde podrás inscribirte y ayudarnos a definir la fecha que mejor nos convenga a todos.
¡Te mando un abrazo enorme, lleno de gratitud! Nos vemos en la próxima. ¡Adios!