Comenzamos con la que quizás sea la enseñanza más profunda y, a la vez, más retadora de Un Curso de Milagros (UCDM) y de la filosofía no-dual: Dar y Recibir son en Verdad lo Mismo. En nuestra experiencia cotidiana, regida por la percepción del ego, esta afirmación parece una paradoja, incluso un absurdo. Vivimos bajo la firme convicción de que dar implica una pérdida. Creemos que si damos nuestro tiempo, nuestra energía o nuestro dinero, tendremos menos para nosotros.
Esta creencia fundamental es la raíz de toda la experiencia de la escasez. Es el mecanismo del ego para perpetuar la ilusión de la separación y la respuesta directa a por qué me da miedo dar.
Nos resistimos a dar. Y, sin embargo, nos quejamos amargamente cuando no recibimos. Pasamos la vida intentando forzar situaciones para obtener: queremos recibir más dinero, anhelamos recibir más amor, buscamos la validación externa. Pero el flujo parece bloqueado. El universo parece sordo a nuestras peticiones.
La razón es simple, aunque profundamente oculta: no puedes recibir aquello que no estás dando, porque en el nivel de la Mente y del Ser, no hay diferencia entre ambas acciones. Son un solo movimiento del Amor.
Entiendo que esto puede sonar a cliché espiritual. Lo he sentido así. Pero una cosa es entenderlo intelectualmente y otra muy distinta es vivirlo. Y en mi camino, el laboratorio más intenso donde esta verdad me ha sido revelada, ha sido a través de mis emprendimientos.
Aunque hoy mi enfoque es el servicio desde la Consciencia, no siempre fue así. He tenido negocios que no estaban alineados con las leyes universales. No hablo de leyes éticas humanas, que siempre he respetado, sino de las leyes de la Verdad. Y una de ellas, pilar de la creación misma, es la ley de correspondencia: recibirás exactamente lo que das. No como un castigo o una recompensa, sino como un espejo perfecto.
El Espejismo de la Escasez: Por Qué Tememos Dar
La mente del ego, ese sistema de pensamiento basado en la creencia de que estamos separados de Dios y de los demás, opera desde una premisa de carencia fundamental. Se siente incompleto, vulnerable y en constante necesidad. Para este «yo» separado, el mundo es un lugar de recursos limitados donde hay que competir para sobrevivir.
Bajo esta óptica, «dar» es la máxima amenaza. Si doy mi recurso más preciado (sea dinero, tiempo o afecto), estoy acelerando mi propia desaparición. Es una pérdida neta. Si te preguntas por qué me da miedo dar, la respuesta está en esta ilusión de identidad separada.
El ego siempre busca ávidamente, pero nunca encuentra nada. (Un Curso de Milagros)
😥 El origen del bloqueo: La mentalidad de carencia
Este el miedo a dar es el pilar de la mentalidad de escasez. Cuando nos encontramos queriendo forzar al mundo para que nos dé algo, estamos gritando desde esa carencia. «Necesito dinero para pagar las cuentas», «Necesito un cliente para sentirme validado», «Necesito que esta persona me ame para sentirme completo».
Esta necesidad no es un estado de la realidad; es un estado emocional, una vibración pegada a la idea de lo que queremos obtener. Si voy al mundo con esa intención de «necesito», estoy vibrando en la frecuencia de la carencia. Por la ley de correspondencia, el universo no tiene más remedio que reflejarme más situaciones que validen mi creencia en la carencia.
Es un ciclo trágico: como tengo miedo a no tener, no doy. Como no doy, no recibo. Como no recibo, confirmo mi creencia de que no hay suficiente. Y así, el ego dice: «¿Ves? Tenía razón».
🧐 La trampa del «dar para recibir»
El ego, en su astucia, desarrolla una versión «espiritualizada» de este bloqueo: el «dar estratégico». Es el dar con condiciones, el dar con un ojo puesto en el retorno. «Doy esta sesión gratuita, esperando que me contraten», «Hago este favor, esperando que me lo devuelvan», «Creo este contenido, esperando volverme viral».
Esto no es dar. Es un trueque. Es una manipulación sutil de las leyes universales. La energía que subyace a esta acción no es la generosidad del Ser, sino la ansiedad del ego. Y la energía no miente.
El universo no responde a tu acción; responde a la intención y a la vibración que la motivan. Si das esperando algo a cambio, sigues operando desde la escasez, y la respuesta seguirá siendo escasez. Quizás obtengas un pequeño retorno, pero el flujo abundante de la Gracia permanece bloqueado.
El Universo Como Espejo: Mi Aprendizaje en el Camino
He vivido esta verdad en carne propia. He iniciado negocios cuya única intención, aunque disfrazada de servicio, era recibir. Antes de empezar, ya estaba calculando cuánto iba a ganar. Mi motor era la necesidad.
El resultado fue siempre el mismo: fracaso. Negocios que tuve que cerrar después de seis meses o un año de esfuerzo agotador, de «dar» estratégico, de luchar contra la corriente. No recibía nada porque mi punto de partida era el vacío. Estaba intentando obtener del mundo algo que yo no poseía en mi interior.
📉 Mi experiencia: Emprender desde la carencia
Ir con la necesidad a puestas a crear un proyecto es como intentar construir un rascacielos sobre arenas movedizas. El proyecto, sea un negocio, una relación o una obra de arte, se impregna de esa vibración. Y por la ley de correspondencia, lo único que puede devolverte es más de lo mismo.
Me choqué contra esa pared una y otra vez. No entendía por qué, si «trabajaba tan duro», no veía resultados. La respuesta que me llegó con el tiempo fue clara: no se trataba del qué hacía, sino del desde dónde lo hacía. No puedes cosechar abundancia si siembras semillas de miedo. Emprender desde la carencia es un decreto de fracaso.
La pregunta que debes hacerte no es «¿Qué quiero?», sino «¿Qué tengo para ofrecer?».
El cambio de paradigma es radical. No se trata de qué puedo obtener del mundo, sino de qué puedo dar al mundo.
✨ La intención sobre la acción: La diferencia se siente
La verdadera transformación no está en la forma, sino en el contenido; no en la acción, sino en la intención. Puedes realizar dos acciones idénticas (por ejemplo, grabar un video para redes sociales) desde dos energías opuestas.
Se nota. Se siente.
Puedes grabar un video con la energía tensa de «esto tiene que funcionar, necesito clientes, necesito que me vean». O puedes grabar ese mismo video desde el gozo de compartir algo valioso que has integrado, con un amor tan grande por el mensaje y por quien lo va a recibir, que el acto mismo de crearlo ya es la recompensa.
En el primer caso, la energía es restrictiva. En el segundo, es expansiva. El primero es Fuerza. El segundo es Poder. El primero es el ego. El segundo es el Ser. Y el universo, que es pura Consciencia, responde a esa energía.
El Despertar al Servicio Desinteresado
Aquí es donde todo el juego cambia. Cuando el «dar» deja de ser una estrategia y se convierte en una expresión del Ser, has encontrado la llave de la abundancia. Esto es el servicio desinteresado.
Es el dar sin esperar nada a cambio. Es un acto de Amor puro.
Los negocios que sí me funcionaron, aquellos que crecieron exponencialmente y trajeron una prosperidad inesperada, tuvieron un denominador común: me estaba divirtiendo. Estaba tan absorto en el gozo de hacer lo que amaba, de compartirlo y de ver cómo servía a otros, que me había olvidado por completo de necesitar un resultado.
El dinero y los clientes no eran el objetivo; eran la consecuencia natural de un servicio entregado desde el Amor.
💖 El gozo como brújula: El verdadero recibir
Este es el secreto que el ego no puede comprender: el verdadero recibir ocurre en el instante mismo en que das.
Cuando das desinteresadamente, cuando te entregas por completo al servicio, recibes inmediatamente la satisfacción, la Paz y el gozo de saberte un canal del Amor. Esa es la verdadera recompensa. Ese es el pago del Espíritu Santo.
El dinero, el reconocimiento o la gratitud que puedan venir después son solo un eco, un bono material que refleja esa alineación interna. Pero si te enfocas en el eco, te pierdes la música. El gozo es el recibir.
🌌 Soltar el «cómo»: La Sabiduría del Espíritu Santo
El ego está obsesionado con el «cómo» vamos a recibir. Si doy a la persona A, espero recibir de la persona A. La Consciencia no funciona así.
El universo es una red de energía interconectada. Tu trabajo no es preocuparte por cómo te será devuelto lo que das. Tu trabajo es, simplemente, dar. Ser el canal más puro posible.
Quizás das una sesión gratuita a alguien que realmente la necesita y no puede pagarla. Si lo haces desde el servicio desinteresado, esa energía de Amor que has puesto en movimiento tiene que volver a ti, pero quizás no venga de esa persona. Quizás venga de un cliente nuevo e inesperado, de un amigo que te da una idea brillante, o de una repentina sensación de Paz.
Deja que la Inteligencia Infinita (Dios, la Fuente, el Espíritu Santo) se ocupe de la logística. La mente humana es demasiado limitada para gestionar el «cómo». Tu única responsabilidad es gestionar el «desde dónde» de tu dar.
La Práctica de la Generosidad: Cómo Activar el Flujo
Si te reconoces en este bloqueo, si sientes que tu flujo de recibir está estancado porque tu flujo de dar está condicionado por el miedo, la solución no es teórica. Es práctica.
Necesitas ejercitar el músculo de la generosidad. Necesitas demostrarle a tu mente subconsciente, con hechos, que dar es seguro y gozoso.
💻 El poder del contenido gratuito
En la era digital, tenemos una oportunidad sin precedentes para practicar el servicio desinteresado. Las redes sociales, plataformas como YouTube o Spotify, no son primariamente herramientas de marketing; son plataformas de servicio.
Te invito a usarlas así. Crea contenido. Elige un tema que ames, que disfrutes, y entrégalo todo. No te guardes lo mejor para el curso de pago. Da desinteresadamente. Hazlo porque amas el mensaje y porque sabes que puede ser valioso para otro. Hazlo para recordarte a ti mismo que ya eres abundante, que tienes tanto para dar que puedes permitirte regalarlo.
Esta energía trasciende la pantalla.
⏳ La excusa del «no tengo tiempo»
El ego se resistirá. Te dirá: «No tengo tiempo para ponerme a crear contenido gratis», «No tengo clientes, ¿cómo voy a ponerme a dar?».
Esa falta de tiempo es una ilusión. Es una excusa del miedo. Si realmente conectas con tu deseo de servir, con algo valioso que tienes para compartir, la energía de una frecuencia superior (Amor, Gozo, Servicio) siempre disolverá las excusas de las frecuencias inferiores (miedo, vergüenza, escasez).
Encontrarás 15 minutos. Grabarás un audio. Escribirás un texto. Porque el impulso de dar será más fuerte que el miedo a dar, y la vibración de por qué me da miedo dar se disolverá en el acto mismo del servicio.
🎁 El experimento de las sesiones gratuitas
Si tu servicio es más personal (terapeuta, coach, mentor), te propongo un ejercicio radical para desatascar tu energía: da gratis.
Comprométete a dar un número de sesiones gratuitas al mes. Quizás cuatro (una por semana). Quizás ocho, un número hermoso que simboliza el infinito, la conexión cielo-tierra.
Pero hazlo con la intención correcta. No se lo ofrezcas a tus familiares (que rara vez valorarán la energía). Búscate a esas personas que resuenan con tu contenido, que te siguen, que muestran interés pero quizás no pueden pagarlo. Y dales una sesión completa, con todo tu Amor y presencia.
El objetivo de este ejercicio no es «conseguir clientes». El objetivo es disolver tu propia necesidad. Es para que tú experimentes el gozo de dar sin esperar. Es para que tú sientas la abundancia de tu Ser. Cuando has dado ocho sesiones desde el corazón, tu vibración de emprender desde la carencia se ha hecho añicos. Has activado la rueda.
Integración: La Unidad del Ser
El viaje del emprendedor consciente, o simplemente del ser humano consciente, es un retorno a la Inocencia. Es un desmantelamiento de las ilusiones del ego. Y la ilusión más grande es la de la separación, que nos lleva a creer que dar y recibir son actos opuestos.
No lo son. Son las dos caras de una misma moneda llamada Amor.
Cuando das desde el Ser, te estás dando a ti mismo. Cuando sirves a tu hermano, te estás sirviendo a ti mismo. No hay pérdida posible en el Reino de Dios.
La lección 108 de Un Curso de Milagros lo resume con una claridad ineludible. Es la verdad que, una vez aceptada, lo cambia todo. Te invito a reflexionar en ella, a sentirla y, sobre todo, a vivirla.
Dar y recibir son en verdad lo mismo.
✨ Dar y Recibir son en Verdad lo Mismo: La Práctica
Cuando das Amor, te experimentas a ti mismo como Amor. Ese es el único recibir que importa. Dar y Recibir son en Verdad lo Mismo, porque en la Realidad de la Consciencia Una, solo existe la extensión de la Abundancia infinita.
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Karel
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