¡Hola Semilla!
Si ya tuviste oportunidad de ver el video que acompaña este texto, hoy vamos a sumergirnos en un concepto fundamental que nos libera y nos invita a mirar hacia adentro. Me refiero a cómo nuestra propia mente da forma a lo que percibimos como «realidad».
¿Qué tal si te digo que ese mundo que ves, ese que te causa tanto conflicto o insatisfacción, no es la realidad de la verdad? En lugar de eso, es una realidad basada en tu propia percepción del mundo.
Aquí es donde reside la raíz del sufrimiento, de esa sensación de no sentirnos satisfechos con nada, porque siempre vemos errores afuera. Y esto, mis queridos hermanos, es por nuestra propia lente, nuestra percepción de lo que vemos.
Pero, ¿sabes qué es lo más liberador? Que eso que vemos no es así en verdad, sino solo es como lo vemos.
La proyección de nuestra mente da lugar a la percepción que tenemos del mundo.
🌎 Tu Mundo, Tu Creación
El mundo que percibes se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. Imagina esto: si vemos algo que nos gusta o no, no es que eso sea así por sí mismo. ¡No! Es que tú lo has «dotado» con tu pensamiento y tu interpretación.
Todas las situaciones, el mundo en sí mismo, es neutro. Es un campo, una oportunidad para darnos cuenta de una verdad más allá de este mundo.
Entonces, si algo te genera miedo, dolor, enojo o culpa, no es que el mundo te lo provoque. Es que esa sensación emerge como un pensamiento y una proyección desde tu interior hacia el mundo.
🪞 El Reflejo de tu Interior
Lo que vemos afuera es tal cual lo estamos percibiendo dentro. No se trata de la forma exacta, sino de la sensación que sentimos y señalamos hacia afuera.
Esa sensación es, precisamente, la causa del sufrimiento.
El mundo que ves es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. Sirve como una herramienta poderosa para indagar en nosotros mismos, en lugar de seguir proyectando y culpando.
Es asumir nuestra responsabilidad. Como dice una frase poderosa: «Tal como el hombre piense, así percibirá».
Por eso, la clave no es intentar cambiar el mundo, sino elegir cambiar de parecer acerca de él.
⛓️ Liberando la Condenación
¿Por qué juzgamos y señalamos? En gran parte, es para no hacernos responsables de lo que estamos sintiendo, de nuestros propios pensamientos e interpretaciones. Creemos que podemos cambiar lo de afuera sin observar y cambiar lo de adentro.
Nos desentendemos de la responsabilidad de mirar hacia adentro porque, sí, a veces duele encontrarse con esas cuestiones arraigadas. Pero es el camino para no seguir arrastrando y proyectando ese sufrimiento.
Recuerda: la percepción, lo que percibes, es un resultado, no una causa. La causa es siempre interna.
La condenación es un juicio que emites acerca de ti mismo y eso es lo que proyectas sobre el mundo. Si ves el mundo como algo condenado, solo verás lo que tú mismo has hecho para herir a tu ser, a tu verdadera esencia.
✨ Tu Poder de Elección
Solo tienes dos caminos, dos alternativas ante ti: o condenas al mundo, o lo liberas. O ves con una visión fragmentada de caos y destrucción, o ves con una visión santa.
La única decisión real que tomamos es si nos alineamos con la vida o con la destrucción.
Si quieres saber a qué «amo» decidiste servir, observa el mundo y observa lo que ves, lo que interpretas de él, lo que piensas y lo que sientes. Allí tendrás la respuesta.
💖 La Dicha que Habita en Ti
El mundo que ves tan solo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya. Si ves dicha, es porque te has reconocido dichoso y, por eso, ves alegría en el mundo.
El poder de dar dicha, de ver el mundo sanado y salvado, es tuyo, está en ti, en tu interior, en este instante. No es algo que debas conseguir mañana, ni al lograr algo externo.
Ahora mismo puedes conectar con esa dicha interior y empezar a reconocer lo que en verdad eres. Tu percepción se diluirá a medida que disuelvas esas emociones distorsionadas. Porque la dicha siempre está, nunca falta.
Cuando la encuentres, empezarás a proyectarla y verás el mundo dichoso, tal como lo eres tú.
Espero que esta perspectiva te haya arrojado luz. ¡Es un camino mucho más sencillo y aquí y ahora de lo que a veces imaginamos!
Un abrazo inmenso, y nos encontramos en este instante.
Karel