Cómo Superar el Perfeccionismo: El Arte de Soltar

¿Estás esperando el momento perfecto para lanzar tu proyecto? ¿Sientes que lo que haces nunca es «suficientemente bueno» para compartirlo? Si es así, este mensaje es para ti: no estás solo. Te acompaño de corazón, porque he pasado incontables ocasiones por ese estrés, esa ansiedad y esa necesidad de querer que las cosas sean perfectas.

Y perfectas, claro, según mi estándar de perfección. Un estándar que, si además le sumamos los estereotipos del mundo, nos lleva a un estancamiento del cual es casi imposible salir.

La búsqueda de cómo superar el perfeccionismo no es una simple mejora de productividad; es un profundo camino de sanación espiritual. Es el acto de reclamar tu Paz de las garras del ego.

Lo he vivido en carne propia. Cuando empecé a grabar videos, entraba en una locura de detalles: el tema, el guion, la descripción, la portada, la edición, la musiquita, el logo… Entiendo que si a alguien le apasiona eso, es su arte. Pero si no es lo tuyo, te anclas. Te frustras. Y lo único que necesitabas era soltar.


El Origen del Tirano: ¿Por qué me exijo tanto?

Intelectualmente, sabemos que «debemos soltar». Pero es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Por qué? Porque esta voz no es una simple preferencia; es un tirano interno. Es una crítica constante que es súper agotadora.

Imagina tener en tu mente a tu «diablito» (el ego) y a tu Ser en una lucha constante. Uno exigiéndole al otro que sea de determinada manera. Si el Ser no toma las riendas, esa luz se va apagando.

Si te preguntas «¿por qué me exijo tanto?», la respuesta casi siempre yace en nuestra programación inicial.

«Y si me voy para atrás en mi infancia, me doy cuenta de que siempre estuvo esta exigencia, tal vez desde el entorno primeramente de mis padres, exigencia escolar…»

Aprendimos un guion trágico: si alcanzaba la «perfección» (una buena calificación), recibía una retribución (emocional, material, aprobación). Si no lo hacía, tal vez me castigaban.

Así se genera esta voz interna. El ego aprende que «debes buscar la perfección porque es la única manera de gustarle al mundo«. Es la única forma de conseguir aprobación y Amor. Con esa programación, la mente se condiciona a un «debería ser» y tacha todo lo demás de «imperfecto».


La Trampa de la Perfección: Una Ilusión Inalcanzable

El problema fundamental es que este «estándar perfecto» no existe. Es una idea, una ilusión en la mente. Es una zanahoria inalcanzable.

El ego nos dice que debemos buscar lo más cercano a esa idea hasta conseguirlo. Pero si, por casualidad, creemos que lo conseguimos, reforzamos la creencia de que siempre las cosas tienen que ser así.

«Y ojo con tener éxito haciendo que las cosas sean así, porque eso es peor. Cada vez te va a costar más soltarlo.»

Este es el verdadero núcleo de la trampa de la perfección: es un juego que no se puede ganar. Si no lo alcanzas, sufres por «imperfecto». Si lo alcanzas, sufres por la presión de tener que mantenerlo. En ambos casos, el ego gana y tu Paz pierde.

Pero la trampa de la perfección es más profunda que un simple mal hábito; es un sistema de ataque fundamental del ego. El perfeccionismo es la voz del ego que mira al instante presente y declara: «Esto no es suficiente». Es un juicio directo contra la Realidad.

Al juzgar tu creación (tu video, tu proyecto, tu vida) como «imperfecta», en realidad te estás juzgando a ti mismo como imperfecto. Este juicio refuerza la creencia inconsciente en la culpa y la separación de la Fuente.

El ego necesita que te sientas culpable e imperfecto para justificar su propia existencia. Te mantiene atrapado en un bucle agotador de juicio, culpa y auto-exigencia porque, mientras estás ocupado tratando de «arreglar» una ilusión, no estás descansando en la Paz de Dios, que ya es perfecta e inmutable.

Por eso, el acto de «soltar» no es un simple consejo de productividad; es un acto radical de perdón. Es perdonar la idea de que algo, en el Ser, podría ser imperfecto.

Y si intentas forzar esa perfección mientras sientes toda la bronca, miedo y disgusto que el proceso te genera… es más que imposible. Estás tratando de alcanzar un estado de «perfección» desde una vibración de caos y resistencia.


El Gran Despertar: Excelencia vs Perfeccionismo

Aquí es donde debemos hacer la distinción filosófica más importante de todas. La solución a cómo superar el perfeccionismo no es caer en el otro extremo: la mediocridad, el «no me importa» o el hacer las cosas sin ganas.

La solución es abandonar la perfección y abrazar la excelencia.

La trampa de la perfección es una función del ego. Se basa en el miedo, se enfoca en el resultado futuro (la aprobación externa) y se mide contra un estándar imposible e ilusorio.

La Excelencia, en cambio, es una función del Ser (o del Espíritu Santo). Se basa en el Amor, se enfoca en el proceso presente (el disfrute) y se mide por tu mejor esfuerzo posible ahora, con los recursos que tienes.

🧘‍♀️ El «Cómo» del Ego vs. el «Cómo» del Ser

El ego está obsesionado con el «cómo». Busca el «mejor cómo» para hacer las cosas, el que da «mejor resultado».

«Y si encuentro otros ‘cómos’ por el mundo, los empiezo a comparar con mi ‘cómo’ y de ahí me como el viaje de creer que hay un nuevo estándar de perfección más restrictivo, más rígido…»

Este estándar crece hasta que se vuelve insostenible. El ego nos convence de que debemos controlar la vida para que se ajuste a nuestro estándar, en lugar de disfrutar la vida tal como Es. Excelencia vs Perfeccionismo es la diferencia entre el control y la Confianza.

✨ La Excelencia es Disfrutar el Proceso

El indicador más claro de que has caído en la trampa del ego es que no estás disfrutando. Si no estás disfrutando el proceso, es porque tu mente está en el resultado y en la exigencia.

Ahí está la oportunidad. Cuando notas la falta de disfrute, puedes detectar al ego en el acto. «Te atrapé, ego, queriéndome forzar y criticar».

El verdadero acto de poder es decir: «Para que veas que yo (el Ser) tengo autonomía, voy a soltar esto». Abandonas el «cómo» exigido y te permites disfrutar el proceso.


El Camino de Regreso: Minimalismo Consciente

Soltar no significa, insisto, hacerlo «sin ganas». Significa encontrar un nuevo equilibrio. Para un perfeccionista, hacer «lo mínimo» ya es mucho mejor que el estándar de la mayoría.

El antídoto práctico para la trampa de la perfección es lo que yo llamo el Minimalismo consciente.

«Estos son los pasos mínimos con los que estoy a gusto, con que más o menos lo hago bien […] y lo suelto. Y ya vas a ver que… uy, qué libertad.»

Se trata de reducir el proceso, de reducir el «cómo» y adaptarlo a tu naturalidad y, sobre todo, a tu disfrute. Si tu «cómo» es un proceso de dos pasos («grabo y publico»), ¡es perfecto!

El Minimalismo consciente es la aplicación de la excelencia. Es hacer lo esencial, hacerlo bien (con tu mejor intención presente), y soltar el resultado. Conozco personas, como el Farus, que no editan sus videos, y su mensaje llega con una potencia increíble. ¿Por qué? Porque lo están disfrutando. Están siendo libres, y esa energía de libertad se transmite.

🧩 Trascender el Perfeccionismo en Todas las Áreas

Esta misma lógica aplica a todo. El perfeccionismo es el que te hace querer que tu relación de pareja sea «perfecta» (según tu estándar), o querer hacer «perfecta» a la otra persona (¡inténtalo, a ver si te funciona!).

Es el que te exige que tu negocio crezca según tus estándares de perfección, y no según su desarrollo natural.

Nos olvidamos de que somos seres en evolución y que la clave es el proceso. Si estás exigiendo en lugar de disfrutar, has perdido el camino.


Integración: ¿Cómo Superar el Perfeccionismo? Soltando.

La sanación de cómo superar el perfeccionismo es un proceso, no un evento. Es una práctica diaria de auto-observación sin juicio.

Si te descubres reprimiendo emociones «negativas» (como la frustración) porque «un ser perfecto no debería sentirlas», caes de nuevo en la trampa de la perfección. La perfección es sentir la emoción, ver la resistencia y elegir soltarla.

Excelencia vs Perfeccionismo es la elección entre la rigidez del miedo y la fluidez del Amor.

Así que la próxima vez que te atrapes pasando 4 horas en un video de 15 minutos, pregúntate: ¿Estoy buscando la Excelencia (hacerlo con Amor) o la Perfección (hacerlo con miedo)? ¿Estoy disfrutando el proceso?

Ahí, en esa pausa, recuperas tu poder. Elige el Minimalismo consciente. Elige disfrutar el proceso. Elige soltar.

Gracias por acompañarme hasta aquí, recibo cualquier comentario sobre este articulo que nutra nuestro aprendizaje.

Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.

Karel

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