¿Qué tal si te dijera que el mundo que ves no es la Verdad?
No es la Realidad de Dios. Es, de hecho, una realidad basada únicamente en tu percepción. Y es desde esta percepción errónea de donde emerge la causa de todo sufrimiento: el porqué no nos sentimos satisfechos, el porqué vemos errores en el mundo, el porqué sentimos miedo, dolor, enojo, ira o culpa.
La verdad es que eso que vemos no es así. Solo es como lo vemos.
Hoy vamos a introducir un principio clave de Un Curso de Milagros (UCDM), uno que es fundamental para responder a la pregunta: cómo la percepción crea mi realidad. El Curso lo dice de forma muy simple:
La proyección y percepción son inseparables. Lo que proyectamos desde nuestra mente da lugar al mundo que percibimos. Aquí es donde empezamos a desgranar que el mundo no es como lo vemos, sino como somos.
“El Mundo que Ves se Compone de Aquello con lo que Tú lo Dotaste”
Esta es una de las frases más radicales del Curso. Si vemos algo en el mundo que nos gusta o nos disgusta, no es porque esa cosa sea intrínsecamente “buena” o “mala”. Es porque yo la he dotado (la he investido) con el significado que estoy viendo, a través de mi pensamiento y mi interpretación.
Todas las situaciones, todas las personas, todo el mundo en sí mismo, es neutro.
Es un lienzo en blanco. Es un campo de aprendizaje que usamos, o bien para reforzar la ilusión del ego (culpando y proyectando), o bien para despertar a la Verdad (observando y perdonando).
🧭 El Mundo como Lienzo Neutro
El ego no puede soportar la neutralidad. Necesita juzgar y etiquetar todo para poder “entenderlo” y “controlarlo”: esto es bueno, esto es malo, esto es un éxito, esto es un fracaso.
La filosofía de proyección y percepción de UCDM nos enseña a ver más allá de estas etiquetas. Si veo un mundo “injusto”, no es porque el mundo sea injusto, sino porque yo estoy proyectando mi propia creencia en la injusticia (mi culpa) sobre él.
✨ La Proyección como Defensa del Ego
¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué proyectamos?
Lo hacemos como un mecanismo de defensa. Dentro de nuestra mente hay una creencia fundamental en la culpa y el miedo (la creencia en la separación de Dios). Sentir esa culpa es insoportable.
Entonces, para no sentirla y no adoptar la responsabilidad por ella, la “escupimos” hacia afuera.
“Señalamos hacia afuera eso que vemos, porque no queremos hacernos cargo de que la sensación está, en verdad, adentro.”
El mundo, entonces, se convierte en el chivo expiatorio de nuestro estado interno. “Tú me hiciste enojar”, “Esa situación me da miedo”, “Este mundo es culpable”.
💖 El Sufrimiento como Causa Interna
Lo que sentimos cuando señalamos afuera —esa ira, ese dolor, esa culpa— es la causa del sufrimiento. Y es allí donde debemos profundizar.
Lo que vemos afuera no es la causa; es el testimonio de nuestro estado mental. Es, como dice el Curso, “la imagen externa de una condición interna”.
Por lo tanto, el mundo es un espejo. Es una herramienta de instrucción. En lugar de usarlo para proyectar y culpar, podemos usarlo para indagar y sanar.
Si estoy viendo a dos personas insultarse en la calle, yo no generé esa forma, pero si al verla siento un enojo desmedido, puedo darle las gracias a esa situación. Esas dos personas, sin saberlo, me están ayudando a encontrar un enojo no sanado en mi propio interior.
No les voy a solucionar nada a ellas en la forma, pero puedo solucionar mi percepción de la situación. Puedo sanarlo en mi interior.
El Mundo es una Ilusión (El Testimonio de la Mente)
Un Curso de Milagros es una enseñanza no-dual, y su metafísica es radical. No dice solamente que el mundo está distorsionado. Dice que el mundo es una ilusión.
¿Qué significa esto? Significa que el mundo de la forma, del tiempo y del espacio, no fue creado por Dios. Fue fabricado por el ego (la mente separada) como un lugar donde esconderse de Dios, como un “afuera” donde proyectar la culpa.
El mundo que vemos es el testimonio de la creencia en la separación.
✨ El “Hacedor” del Sueño
Pensamos que somos un cuerpo dentro de un mundo. UCDM invierte esto: el mundo está dentro de nuestra mente.
Es como un sueño nocturno. Mientras sueñas, el sueño parece 100% real. Hay otras personas, hay peligro, hay placer. Pero al despertar, te das cuenta de que todo (las personas, el escenario, el peligro) eran solo proyecciones de tu propia mente.
El mundo de la vigilia opera igual. Es un sueño colectivo. Si el mundo es una ilusión fabricada por la mente, ¿quién tiene el poder de cambiarlo? Solo la mente que lo fabricó.
🧭 ¿Por qué esto es una Buena Noticia?
Que el mundo es una ilusión es la mejor noticia que podemos recibir. Si el mundo fuera real y externo a nosotros, seríamos sus víctimas. Estaríamos a merced de las guerras, las crisis, las enfermedades y las acciones de otros.
Pero si el mundo es un espejo de nuestra mente, entonces somos 100% responsables de nuestra experiencia. Y si somos responsables, significa que tenemos el poder de elegir de nuevo.
No podemos cambiar la proyección (el mundo, el efecto), pero podemos cambiar la fuente (nuestra mente, la causa).
El Error Fatal: Intentar Cambiar el Efecto, no la Causa
Aquí es donde UCDM nos da una de sus lecciones más liberadoras:
“No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de parecer acerca del mundo.”
¿Por qué juzgamos y señalamos? Porque, además de no querer hacernos responsables de nuestros sentimientos, creemos que podemos cambiar lo de afuera sin cambiar lo de adentro.
Es la metafísica del ego. Creemos que si movemos las piezas del tablero (el dinero, las personas, los trabajos) encontraremos la Paz. Pero la Paz no está en la configuración de las piezas; está en el jugador (nuestra mente).
✨ Causa y Efecto Espiritual vs. El Ego
Este es el núcleo del causa y efecto espiritual.
- El Ego cree que la causa es externa (El mundo me afecta a mí).
- El Espíritu sabe que la causa es interna (Mi mente proyecta el mundo).
Delegamos nuestra responsabilidad de observar hacia adentro. Y claro que duele. Duele encontrarse con esas cuestiones arraigadas. Pero si no lo hacemos, las seguiremos arrastrando, acumulando y proyectando.
El mundo es un efecto, no una causa. La percepción es un resultado, no una causa. La Causa es siempre interna.
Es por esto que, como dice el Curso, “no hay grados de dificultad en los milagros”. Un “milagro” (un cambio de percepción) es igual de fácil para sanar un resfriado que para sanar un cáncer, o para sanar una relación rota que para sanar una guerra.
¿Por qué? Porque no estamos sanando la forma (el efecto). Estamos sanando la Causa (la creencia en la separación en la mente). Y en la mente, solo hay una creencia que sanar.
El Libre Albedrío: La Única Decisión Real
En la transcripción, mencioné que para mí el libre albedrío es exactamente esto: la única decisión que en verdad tomamos es si nos alineamos con la Vida (Amor) o con la ilusión de la destrucción (Miedo).
UCDM lo llama “servir a dos amos”. No puedes servir a dos amos.
¿A qué amo sirves? ¿A qué voz escuchas?
⚔️ Servir al Amo del Miedo (La Condenación)
El ego solo sabe condenar.
“La condenación es un juicio que emites acerca de ti mismo. Y eso es lo que proyectas sobre el mundo.”
Cuando condeno al mundo, cuando lo veo “culpable” de algo, en realidad estoy proyectando mi propia creencia en la culpa. Estoy atacando al Hijo de Dios, que es mi hermano y que soy yo mismo.
Si contemplo desastres y catástes, es porque, a nivel inconsciente, he tratado de “crucificar” al Ser, de negar la Inocencia y de creer en el pecado.
🕊️ Servir al Amo del Amor (La Liberación)
La otra alternativa es unirte a la Voluntad de Dios para liberar al Hijo de Dios de esta esclavitud mental.
Si ves santidad y esperanza, es porque has elegido perdonar la ilusión de culpa en tu mente.
Estas son las únicas alternativas. O ves un mundo fragmentado de caos (la proyección del ego), o ves con la visión santa (la proyección del Espíritu).
¿Quieres saber a qué amo decidiste servir? Observa el mundo que ves. Lo que ves dará testimonio de tu elección.
Y no pasa nada si te desviaste. A todos nos sucede. Lo interesante es que siempre podemos retornar. Y para retornar, debemos saber que hay otro camino.
¿Qué es la Visión Santa? (La Solución)
El mundo que ves tan solo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya.
Si ves dicha, es porque te has reconocido dichoso. Y por eso ves dicha en el mundo.
🧭 ¿Qué es la Visión Santa?
¿Qué es la visión santa? (o la Visión de Cristo). No es ver un mundo diferente. No es que los edificios desaparezcan o que las personas se vuelvan ángeles.
Es ver el mismo mundo, pero con una percepción sanada.
Es ver a las dos personas insultándose, pero en lugar de ver “pecadores” (juicio), ver dos almas pidiendo Amor (compasión).
Es muy probable que, incluso en situaciones de guerra, ya no veas el conflicto en sí, sino que veas más profundo: la Paz que yace debajo de eso. Y entonces, aportas lo único que el mundo necesita: tu Paz interior.
“Nada que se perciba sin ella [la visión santa] tiene significado. Y donde no hay significado, hay caos.”
La visión santa es la respuesta a cómo la percepción crea mi realidad: si elijo la visión del ego, creo una realidad de caos. Si elijo la visión santa, permito que la Realidad de Dios se revele.
La Práctica: ¿Cómo “Cambiar de Parecer”?
Todo esto es la filosofía. Pero, ¿cómo se aplica?
¿Cómo es que la proyección y percepción en Un Curso de Milagros se vuelve práctica?
El camino es mucho más sencillo de lo que creemos. No se trata de “estar buscando cosas”, persiguiendo formas, métodos o estrategias. Es mucho más aquí y ahora.
El proceso de usar el perdón como herramienta de liberación tiene tres pasos:
✨ 1. El Reconocimiento (La Observación)
El mundo te muestra un “disparador”. Ves la situación que te saca la Paz. Sientes el enojo, el miedo, la culpa. En lugar de culpar al mundo (“Tú me hiciste sentir esto”), te detienes. Reconoces: “Estoy sintiendo enojo”.
✨ 2. La Responsabilidad (No Proyección)
Este es el paso más difícil. Admites que esta sensación, aunque disparada por lo externo, es tuya. Es una sombra en tu mente que la situación externa solo vino a iluminar. No intentas “solucionar” a las personas de afuera. Te enfocas en tu interior.
✨ 3. La Entrega (El Perdón)
Aquí es donde ocurre la magia. Reconoces que “tú” (el ego) no sabes cómo sanar esto. Así que se lo entregas a la parte de tu mente que sí sabe: el Espíritu Santo. Dices internamente: “Espíritu Santo, estoy sintiendo este enojo. No sé qué significa ni por qué está aquí, pero sé que no es la Verdad. Te lo entrego. Elige la Paz por mí.”
Integración Final: El Poder de Dar Dicha está en Ti
El poder de dar dicha, el poder de ver un mundo sanado, salvado y santificado, está en ti.
Está en tu interior, en este instante. No mañana. No cuando consigas tal cosa o termines tal proyecto. Ahora mismo.
En este instante puedes conectar con esa dicha interior, empezar a reconocer lo que en Verd Eres, y tu percepción errónea se irá diluyendo. A medida que disuelves esos sentimientos distorsionados (observándolos y entregándolos), encontrarás la dicha que siempre estuvo debajo.
Nunca faltó. No es algo a conseguir.
Y cuando empiezas a encontrarla, empiezas a proyectarla. Y verás un mundo dichoso, tal como lo eres tú. La respuesta a cómo la percepción crea mi realidad es simple: eligiendo la Causa (Amor) en lugar del efecto (miedo).
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Karel
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