Hemos recorrido un largo camino. Al adentrarnos en Las leyes de la Curación a través de la Mente (Parte 1), el Pecado (Parte 2) y la Verdad (Parte 3), hemos descubierto lo que hay detrás de los significados que antes dábamos por sentados.
Hemos desmantelado la ilusión para encontrar algo mucho más profundo. Hemos visto que la curación es un retorno a la Verdad, y que a través de esa curación, se da a luz la salvación.
Eso es lo que vamos a concluir en este episodio final, la parte cuatro. Y la pregunta que lo une todo es la más práctica de todas: ¿Cómo aplicar el perdón?
Si no has visto las tres partes anteriores, te recomiendo que lo hagas, ya que hoy cerramos esta sección fundamental de Un Curso de Milagros.
La Respuesta a la Crucifixión
El texto comienza uniendo los dos conceptos que definen la experiencia humana:
«Junto a la crucifixión se encuentra la redención, porque donde no hay dolor ni sufrimiento no hay necesidad de curación.»
Hemos valorado el pecado y la culpa, y eso nos ha llevado a un estado de crucifixión percibida. Pero justo al lado, inseparable de ella, está la respuesta.
Al darnos cuenta de que donde valorábamos el pecado solo había ilusión, encontramos algo mucho más vivo que lo que antes llamábamos muerte. Y eso es lo que da lugar a la verdadera salvación.
✝️ Crucifixión vs. Redención
Para entender Las leyes de la Curación, debemos redefinir estos términos.
La crucifixión no es un evento histórico, es un estado mental. Es la creencia del ego en que el ataque es real, que el pecado tiene efectos y que el cuerpo puede ser destruido. Es el símbolo máximo del mundo del ego: un mundo donde el dolor y la muerte parecen reinar.
La redención (o resurrección) es la Respuesta de Dios. Es la demostración de que la crucifixión es imposible en la Realidad. Es la prueba de que el ataque no tiene efectos sobre el Hijo de Dios, que el Amor es invulnerable y que la muerte es una ilusión.
La crucifixión es la pregunta del ego. La redención es la Respuesta del Espíritu. El perdón es el puente que nos lleva de una a otra.
🔑 El Perdón: La Respuesta a Todo Ataque
El perdón es la respuesta. No es una respuesta; es la única respuesta.
«El perdón es la respuesta a cualquier clase de ataque.»
Ya sea un ataque percibido en el mundo externo (un conflicto, una guerra, una palabra hiriente) o un ataque en tu interior (un pensamiento de culpa o autocrítica), sigue siendo una percepción.
El perdón disuelve esa ilusión sin importar el grado, la intensidad o lo «difícil» que parezca el ataque.
Aquí es donde entendemos cómo aplicar el perdón: se aplica a todo por igual, porque no hay grados de dificultad en los milagros.
De esta manera, nos dice el Curso, «se cancelan los efectos del ataque y se responde al odio en nombre del amor».
🕊️ Nuestra Función: Salvar al Hijo de Dios
El Curso nos da entonces una misión gloriosa:
«Gloria eterna a ti que se te ha encomendado salvar al Hijo de Dios de la crucifixión, del infierno y de la muerte.»
Tenemos el poder de salvar al Hijo de Dios (que es nuestro Ser y el de nuestro hermano) porque el Padre así lo dispuso.
En nuestras manos yace la salvación.
🤲 El Perdón como Rendición, no como Acción
Aquí respondemos directamente a cómo aplicar el perdón.
El ego aplica las cosas. El ego «hace» el perdón: «Yo, desde mi posición, te perdono por lo que me hiciste». Esto es arrogancia y refuerza el pecado.
El Espíritu Rinde.
La verdadera aplicación del perdón no es una acción, es una entrega. Es la respuesta de nuestra filosofía central: nos «hacemos a un lado».
Es el reconocimiento honesto de que no sabemos cómo perdonar, porque nuestra percepción está distorsionada por el ataque.
La práctica de cómo aplicar el perdón es, por tanto, una oración de Rendición: «Espíritu Santo, veo ataque (o miedo, o ira) en esta situación. Sé que esto no es la Verdad. Te entrego mi juicio y mi percepción. Muéstrame la Inocencia de mi hermano. Elige por mí».
No «hacemos» nada. Simplemente creamos el espacio para que la sanación ocurra.
La Mecánica de la Gracia
La salvación no es un evento futuro; es una mecánica presente. Es el reconocimiento de las leyes que ya están operando.
🔄 Qué es dar y recibir
Cuando ofrecemos perdón, somos los primeros en recibirlo. El Curso nos dice que la salvación es «ofrecida y recibida como una sola».
¿Por qué? Porque, como vimos en la Parte 3, causa y efecto no son dos cosas separadas.
Dar y recibir son simultáneos.
En el mundo del ego, «dar» significa «perder». En la Verdad, como solo hay Una Mente, «dar» es «reconocer».
Cuando «doy» perdón a mi hermano, en realidad estoy «dando» ese pensamiento de corrección a un fragmento de mi propia mente que yo había proyectado. Estoy sanando mi propia percepción.
No es un acto de generosidad hacia otro; es un acto de higiene mental para uno mismo.
En el instante en que ofrezco perdón (la Causa), mi mente se sana (el Efecto). No tengo que esperar a que la otra persona me perdone o cambie. Mi sanación es instantánea porque he corregido el error en el único lugar donde estaba: mi propia mente.
Entender qué es dar y recibir como un solo acto es fundamental para cómo aplicar el perdón.
🌊 El Poder Natural de Dios
Usar este poder «es algo natural».
«Usar el poder que Dios te ha dado como él quiere que se use es algo natural. Es una posibilidad que todos tenemos.»
No es arrogancia ser como Él nos creó. No es arrogancia usar el don que nos dio como respuesta a todos los errores.
No te hace más ni menos que otro; te hace igual.
🛡️ La Verdadera Arrogancia del Ego
La verdadera arrogancia es, de hecho, lo opuesto.
«Pero sí es arrogancia despreciar el poder que él te dio y elegir un nimio e insensato deseo en vez de lo que su voluntad dispone.»
Es arrogancia creer que nuestro juicio (nuestro análisis del ataque, nuestra justificación de la ira) es más poderoso que el Perdón de Dios.
Es la arrogancia de distraernos con cosas insulsas, con el «miserable tesoro» del ego (como vimos en la Parte 2), en lugar de reclamar el poder que es verdad para todos por igual.
🎁 Un Don Ilimitado
El don que Dios nos ha dado es ilimitado. No se gasta.
Es una fuente infinita que podemos entregar siempre, con total libertad, sabiendo que siempre habrá más para dar.
«No hay circunstancia en la que no se pueda usar como respuesta, ni problema que no se resuelva dentro de su misericordiosa luz.»
El Obstáculo: La Ilusión del Especialismo
Si el perdón es tan poderoso, tan natural y tan disponible, ¿por qué no lo aplicamos todo el tiempo?
Porque hemos interpuesto una defensa contra él.
👑 Qué es el especialismo
El Curso nos pide que moremos en paz y seamos el instrumento de paz para nuestro hermano.
«Unámonos para derramar bendiciones sobre el mundo del pecado y de la muerte, pues lo que puede salvar a cualquiera de nosotros puede salvarnos a todos.»
No hay diferencias entre los Hijos de Dios. Y aquí está el obstáculo:
«La unidad que el especialismo niega los salvará a todos, pues en lo que es uno no hay cabida para el especialismo.»
Aquí aprendemos qué es el especialismo: es la excusa del ego. Es la herramienta que usa para hacernos creer distintos, diferentes, únicos… pero no desde la autenticidad, sino desde la superioridad o la inferioridad.
Es la arrogancia del ego que busca diferenciarse. El perdón es la humildad del Espíritu que busca unirse.
El especialismo tiene dos caras: el «odio especial» y el «amor especial».
El «odio especial» es fácil de ver: «Tú eres la causa de mi dolor; eres diferente y culpable».
Pero el «amor especial» es más insidioso: «Tú eres la causa de mi felicidad; eres diferente y mejor que los demás. Te necesito para estar completo».
Ambos son lo mismo. Ambos refuerzan la separación, excluyen al resto de la Creación y nos mantienen en la crucifixión. Cómo aplicar el perdón requiere que estemos dispuestos a soltar ambos.
🤝 Bendecir a Uno es Bendecir a Todos
El especialismo nos dice que arrebatarle algo a otro nos enriquece. La Verdad nos dice lo opuesto.
«Arrebatarle algo a uno de ellos es desposeerlos a todos. Mas bendecir a uno de ellos es bendecirlos a todos.»
Aquí está la integridad. Cuando nos damos cuenta de que somos uno con el otro, empezamos a tomar decisiones íntegras.
Aunque la acción sea hacia una persona, esa acción representa la integridad de todos.
Ya no hacemos algo por alguien para conseguir algo personal (especialismo). Lo hacemos desde un lugar de abundancia que emana perdón, reconociendo al Cristo que yace en esa persona, y por lo tanto, en todas.
El Milagro: La Verdad Revelada
El resultado final de cómo aplicar el perdón no es un mundo cambiado, sino un mundo visto correctamente.
📜 El Nombre Ancestral
«Tu nombre ancestral es el nombre de todos ellos, tal como el de ellos es el tuyo. Invoca el nombre de tu hermano y Dios te contestará, pues es a él a quien invocas.»
El «nombre» de tu hermano es «Hijo de Dios». Es Inocencia. Es Amor.
Cuando invocas ese nombre —es decir, cuando eliges ver su inocencia en lugar de su pecado—, Dios te contesta, porque estás invocando la Verdad.
👓 El Milagro No Cambia Nada
«Un milagro no puede cambiar nada en absoluto, pero puede hacer que lo que siempre ha sido verdad sea reconocido por aquellos que lo desconocen.»
Esto es fundamental en Las leyes de la Curación. La curación no «arregla» lo roto. Revela que la rotura nunca fue real.
Mediante este «pequeño regalo» de reconocer la Verdad, permitimos que lo que siempre ha sido verdad, sea lo que es.
Permitimos que el Hijo de Dios sea él mismo.
🌍 Bendecir al Mundo (La Práctica)
Al reconocer la Verdad en nosotros y en los demás, les damos el regalo de la salvación. No por decirles nada, sino por el mero hecho de reconocerlos.
Esta es la práctica. No tienes que emprender acciones «en la forma» para ofrecer salvación.
Es un pensamiento. Es una disolución de las ideas de ataque.
A través del pensamiento de perdón, reconocemos la Verdad detrás de todos los pensamientos ilusorios. Al hacerlo, nos salvamos de las ilusiones.
Ya no hay juicio. Ya no hay «este es mejor o peor que yo».
Hay un «está bien». Puedo entender que hay una distorsión en la percepción, pero si en mi mente la salvación ha sido aplicada, ha sido aplicada a todos por igual.
Y entonces puedo, por fin, bendecir al mundo desde la paz que he encontrado dentro de mí.
Integración Final: ¿Qué es la salvación?
Hemos completado nuestro círculo. Hemos explorado la Mente, el Pecado, la Verdad y, finalmente, el Perdón.
La respuesta a qué es la salvación no es un evento futuro, sino el resultado de entender cómo aplicar el perdón ahora.
La salvación es el Reino de los Cielos reconocido aquí.
Gracias por acompañarme en este momento de curación y en esta profunda inmersión en Las leyes de la Curación de Un Curso de Milagros.
Hemos visto que el perdón no es un acto de condescendencia, sino el acto más natural de la mente que recuerda su Identidad. Es la llave que deshace la crucifixión y revela la redención que siempre estuvo presente.
Es la elección de la vida, instante tras instante, reconociendo que la Voluntad de nuestro Padre para nosotros es solo Amor.
Gracias por acompañarme en esta bella aventura de recordar.
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Karel