Altruismo

¿Altruismo, devoción, o acompañamiento?


La pregunta sobre cuál es la forma más elevada de vivir la entrega a Dios y al Amor —ya sea dedicándose a la meditación, al altruismo, el servicio, a irradiar bendiciones o a acompañar a otros en el camino— surge naturalmente cuando reconocemos que lo esencial es la autorealización del Ser.

En la visión no-dual, y también en el mapa de conciencia de David Hawkins, no se trata tanto de qué función externa elegimos, sino desde qué estado interior se expresa esa función.


🌿 La vía de la contemplación y la devoción

Muchos místicos y buscadores eligieron la entrega total en soledad: oración, meditación, silencio y adoración continua.

Aquí la devoción se vive como un acto de rendición total:

“La rendición de la voluntad personal a la Voluntad de Dios es la entrega que conduce a la iluminación.” — David R. Hawkins

No hay búsqueda de resultados ni de obras externas. Lo único que importa es permanecer en comunión con la Presencia.


🤲 Altruismo: La vía del servicio desinteresado

Otros encarnaron la devoción a través de actos concretos de amor hacia los demás. San Francisco de Asís, la Madre Teresa y tantos otros nos mostraron que servir sin esperar recompensa es una oración en movimiento.

El servicio es poderoso porque disuelve el yo personal en la entrega al otro. Al ver en el hermano al mismo Cristo, el servicio se convierte en adoración.

“Lo que entrego desde el amor se multiplica para todos.”


💫 Bendecir y enviar amor

Una vía sencilla y siempre disponible es la irradiación interior: bendecir todo lo que aparece, enviar amor silencioso a las personas, situaciones o incluso al mundo entero.

Hawkins lo practicaba como disciplina diaria. No requiere palabras ni acciones visibles: es un gesto interno que transforma el campo energético compartido.


🕊 Acompañar y comunicar

Otra forma que hoy cobra fuerza es la comunicación y el acompañamiento a otros devotos. No es “enseñar” en el sentido clásico, sino recordar juntos lo que ya somos.

Un espacio de palabra, escucha y presencia compartida se convierte en un altar invisible donde la Verdad se revela. La comunicación amorosa y el acompañamiento mutuo permiten que el camino se viva como comunidad de conciencia.

“Cuando dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy Yo.” — Jesús


🔄 La integración natural

No es necesario elegir una única vía. En la entrega madura, todas se integran: habrá días de silencio contemplativo, otros de servicio activo, momentos de irradiar bendiciones, y ocasiones de comunicar y acompañar a otros.

El Amor mismo decide la forma en cada instante. Lo esencial no es la elección de la forma, sino la disposición interior de rendirse y dejarse guiar.

✨ Invitación a la contemplación:

¿Qué ocurre si sueltas la necesidad de elegir una sola función, y permites que el Amor se exprese en ti del modo que hoy quiere hacerlo?

Hasta este instante.

Karel

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