La experiencia humana está atravesando un profundo proceso de recalibración energética. Es una depuración energética colectiva, y la forma en que respondemos a ella determina la calidad de nuestra experiencia. El camino del despertar invita a una nueva forma de acción: el hacer desde la paz interior.
Muchos están sintiendo los efectos de esta limpieza. La sensación de baja energía para las actividades diarias, o incluso malestares físicos, no son un error; son una señal. El cuerpo y la energía nos están obligando a detenernos.
¡Y esa es la clave! La no resistencia a este proceso de depuración se manifiesta, en la práctica, en no sobrecargarnos de actividades. Es un momento para apaciguar, para dejarnos atravesar por este flujo energético que está removiendo lo que ya no sirve.
Es importante bajar la intensidad, reprogramar actividades y darnos más espacios de descanso. La no resistencia es permitir que esta detención ocurra, dándonos el espacio sagrado de ser quien está viviendo esta transformación, en lugar de luchar contra ella.
Permitiendo la depuración energética
La depuración energética es, en esencia, la disolución de las densidades acumuladas del ego. Son las creencias limitantes, las emociones reprimidas y las identificaciones falsas que habíamos tomado como “nuestra” identidad. Cuando estas energías comienzan a moverse para ser liberadas, el sistema nervioso puede sentirse abrumado.
El ego interpreta esta desaceleración como una amenaza. La identidad del ego se basa en “hacer”: “soy lo que hago”, “soy lo que logro”, “soy mi productividad”. Por lo tanto, cuando la energía nos pide parar, el ego entra en pánico y trata de forzar la actividad.
La no resistencia es el antídoto directo al pánico del ego. Es un acto de profunda Confianza en la Vida. Es comprender que el descanso no es pereza, sino una parte esencial de la alquimia. Es necesario conectar con la naturaleza, entregarse a la meditación o, simplemente, no hacer nada.
El universo no nos está castigando; nos está invitando a soltar las maletas. La depuración energética es un acto de Gracia, no un problema a resolver. Nuestro único trabajo es permitirlo.
Hacer desde la Paz interior: el minimalismo energético
Lo interesante de vivir este proceso de no resistencia es que nos abre la puerta a un “minimalismo energético”. Es una forma de actuar completamente nueva.
Cuando el proceso de limpieza avanza y nos sentimos más livianos y tranquilos, la tentación del ego es volver a la misma inercia de antes. Volver a la sobrecarga, a la acción frenética.
Si antes actuábamos por costumbre, desde la necesidad de “hacer” para “obtener” resultados (una función del miedo), ahora nos damos cuenta de que podemos retomar la acción desde otro lugar.
Al hacer menos, pero desde una energía más sutil, permitiendo que la Voluntad del Ser guíe nuestras acciones, los resultados seguirán llegando. De hecho, a menudo llegan con más abundancia y sincronicidad, porque el canal está limpio.
La depuración energética habilita el canal para que la energía de la Fuente fluya libremente. Ya no nos resistimos (bloqueamos) con una sobrecarga de actividades, sino que emprendemos las acciones justas y oportunas, desde la paz.
La espontaneidad del Ser (soltar el control del ego)
Ya no funciona ese sistema de control del ego, de forzar estructuras rígidas en nuestras vidas. Esa forma de vida, basada en el esfuerzo y la predicción, se está desmoronando porque está basada en la ilusión de la separación.
Ahora se trata de soltar el control del ego y abrirnos a lo espontáneo, a lo auténtico, a lo que emerge desde el estado de Paz.
Cuando la mente está en silencio, podemos sentir la verdadera intuición. Sentiremos la intención, el deseo que emerge desde el Corazón, no desde la necesidad del ego. Y en ese momento, actuaremos. La acción será sin esfuerzo, fluida y poderosa.
🕊️ El camino de la no resistencia
Cuando elegimos la Paz antes que el estrés para accionar, los resultados inevitablemente nos dan Paz. Creamos así un estado continuo de bienestar.
Ya no necesitaremos buscar la paz afuera, en cosas materiales, logros o experiencias, porque descubrimos que la Paz ya está intrínseca en cada instante. Es nuestro estado natural.
Después de la depuración energética, al haber menos ruido interno (menos estática del ego), esta Paz se hace más evidente. El hacer desde la paz interior se vuelve la única forma lógica de vivir.
La disolución del “hacedor”
El paso más profundo en este camino es soltar el control del ego a nivel de identidad. Es darnos cuenta de que “nosotros” (como identidad separada) no somos los hacedores.
Así es como surgen acciones conscientes, donde incluso te das cuenta de que no eres el único hacedor. Los pensamientos y las ideas creativas vienen desde ese lugar de infinitas posibilidades (la Consciencia), emergiendo según la Voluntad del Ser.
El ego, la pequeña mente, simplemente intercepta esa idea y dice “¡Yo la hice!”, “¡Es mi idea!”, “¡Yo soy el hacedor!”. Esta identificación es la raíz del sufrimiento, del orgullo (si sale “bien”) y de la culpa (si sale “mal”).
El verdadero hacer desde la paz interior implica la rendición de la autoría.
¿Quién está “haciendo” realmente?
La respiración sucede sola. Los latidos del corazón suceden solos. El universo “hace” todo. Cuando nos alineamos con la Paz, simplemente nos convertimos en un instrumento afinado a través del cual la Voluntad de la Fuente puede expresarse. La acción sucede a través de nosotros, no por nosotros.
🔑 El verdadero hacer desde la paz interior
Esta es la disolución final del “yo” que necesita soltar el control del ego. Es el descanso de saber que no estamos a cargo, y que eso es maravilloso.
La depuración energética es el proceso de lijar las asperezas de la personalidad para que la Luz del Ser pueda brillar a través de nosotros sin distorsión.
“La inacción [no hacer nada desde el ego] es una forma de acción poderosa cuando se hace con conciencia.”
Integrando el silencio: la práctica de la Paz
Para cultivar esta nueva forma de vida, es fundamental darnos espacios de silencio. Debemos apartarnos conscientemente del ruido del mundo.
Es fundamental darnos estos espacios de silencio, apartarnos del ruido del mundo. Apagar las distracciones, buscar un lugar tranquilo (interno o externo) para conectar con esa Paz que siempre está ahí, esperando ser observada.
En el silencio residen las infinitas posibilidades y el reconocimiento del Ser. Es en el silencio donde dejamos de “hacer” y simplemente “Somos”. Y desde ese “Ser”, emerge el hacer más poderoso.
“La paz es el resultado de renunciar a la batalla, no de ganarla.”
Vamos a seguir haciendo cosas, creando, relacionándonos. No se trata de un quietismo absoluto, sino de volver siempre a esa paz interior como el punto de referencia, como el hogar desde el cual partimos y al cual regresamos.
Integración
La invitación es a confiar en el proceso. La depuración energética no es un enemigo, es el Heraldo de la Gracia.
La no resistencia es la llave que abre la puerta. Es el acto de soltar el control del ego.
Y el hacer desde la paz interior es el resultado inevitable de esa Rendición. Es la vida vivida como una danza, no como una batalla. Es el descubrimiento de que la Paz no es algo que ganamos, sino algo que Somos.
Un abrazo enorme. Bendiciones para tu camino.
Karel
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