🧩 La búsqueda de seguridad en las estructuras
La no-forma es lo opuesto del atractivo del ego, que siempre busca definir, certeza y seguridad.
Una de sus formas más comunes de intentar alcanzarla es a través de estructuras rígidas: programas preestablecidos, cursos de varios meses, planes detallados, rutinas estrictas.
No es que estas estructuras sean “malas” en sí mismas; de hecho, pueden ser valiosas en ciertos momentos del camino. El problema surge cuando creemos que son necesarias para acceder a la verdad de lo que somos. Entonces se convierten en un refugio ilusorio, una forma más de control.
El ego confunde el mapa con el territorio: cree que siguiendo un esquema fijo alcanzará el ser. Pero el ser no puede ser atrapado en una forma; se revela siempre en el presente, más allá de cualquier estrategia o método.
🌿 La apertura a la no-forma
Con el despertar de la conciencia, surge algo distinto: la confianza en la no-forma. Ya no hay necesidad de depender de un programa para sentirnos en el camino, porque reconocemos que el camino es este instante mismo.
De ahí nacen las experiencias más vivas: encuentros sin temáticas predefinidas, sesiones que se abren desde lo que se expresa en el momento, espacios en los que la enseñanza fluye naturalmente sin planificación previa.
La no-forma no significa ausencia de orden, sino un orden más sutil: el orden del ser, que se revela instante a instante, sin que tengamos que controlarlo.
🎭 Ejemplos en el camino
En mi propio proceso, lo vi reflejado con claridad:
- Las mentorías individuales suelen tener un marco definido: cuatro meses, ocho encuentros, un recorrido más estructurado.
- Las mentorías grupales, en cambio, se abren a lo que surge aquí y ahora, sin temáticas preestablecidas, como un juego donde la vida misma propone el contenido.
Ambas expresiones son válidas, porque ninguna limita al ser. La diferencia está en desde dónde se sostienen: si desde el control, buscando asegurar un resultado, o desde la confianza, permitiendo que el resultado se revele.
✨ Sutilizar las formas
Todo en mí ha tendido a sutilizarse: la alimentación, el estilo de vida, las lecturas, el entretenimiento… y también las formas profesionales: la web, los contenidos, los precios, los formatos.
No se trata de rechazar las formas, sino de soltar la necesidad de controlarlas.
Cuando el ser se expresa libremente, puede tomar forma en un curso, en un libro, en un directo en redes o en una simple conversación. Lo importante no es la forma que adopta, sino la libertad y el amor con que fluye.
🔑 La clave: soltar el control
El verdadero paso no está en decidir si usamos estructuras o no, si cobramos o no, si hacemos programas o encuentros espontáneos.
El paso es soltar el control completamente.
Cuando ya no intentamos manipular la forma, el ser se expresa como quiera expresarse, y descubrimos que ninguna forma lo limita.
🌌 Para contemplar
¿Qué estructuras en tu vida reconocés que vienen del ego buscando seguridad?
¿Podés abrirte a ver cómo sería permitir que la vida se exprese sin necesidad de tanto control?
Quizás descubras que lo que más anhelás no está en aferrarte a una forma, sino en abrirte a la confianza de la no-forma.
Hasta este instante.
Karel
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