¿Soy responsable de todo lo que veo?

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Queridos Hermanos,

Hoy nos adentramos en una de las enseñanzas más transformadoras de Un Curso de Milagros: soy responsable de lo que veo.

No se trata de una carga, sino de una llave para la liberación total de la mente, el corazón y la percepción.

El curso nos recuerda que la visión, la felicidad, la liberación del dolor y la disolución del pecado están disponibles en este instante. Y todo comienza con una oración tan simple como poderosa:

“Soy responsable de lo que veo.

Elijo los sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar,

y todo lo que parece sucederme, yo mismo lo he pedido y se me concede tal como lo pedí.


🌟 La Oración que Libera

Esta frase no es una declaración para culparnos, sino una afirmación que devuelve el poder al Ser.

Ser responsables de lo que vemos significa reconocer que lo que percibimos es el reflejo de los contenidos de la mente, y que desde allí también podemos elegir de nuevo.

Esta oración no habla de lo que aparenta suceder “afuera”, sino de la libertad de reconocer que ningún evento externo tiene poder sobre nosotros a menos que le entreguemos ese poder.


🕊️ Más Allá de la Percepción

Cuando se dice “visión” no se refiere a los ojos físicos, sino a la visión verdadera, aquella que ve con amor y sin juicio.

Cuando se habla de “felicidad” no se trata de estados pasajeros, sino de la alegría constante del espíritu.

Y cuando se menciona la “liberación del dolor”, apunta al alivio profundo del alma, no solo al cuerpo.

Aceptar la responsabilidad es dejar de atribuirle a lo externo nuestra paz o nuestra pérdida de paz. Es abrirse a mirar más allá de lo que parece, hacia la verdad que siempre está intacta.


💡 El Poder de Decidir de Nuevo

Nada ocurre por casualidad ni por coincidencia. Todo lo que aparece en nuestra experiencia es una oportunidad para recordar que podemos elegir de nuevo.

Elegir el amor en lugar del miedo.

Elegir la paz en lugar del conflicto.

Elegir la verdad en lugar de la ilusión.

El curso nos recuerda que el deseo profundo de ver la verdad es suficiente para que lo falso se disuelva. Ese anhelo auténtico actúa como una puerta abierta a la corrección, que siempre está disponible.


💖 Un Regalo para el Alma

Ofrecer nuestra percepción al Espíritu —o a la conciencia, a la verdad— es el acto más pequeño y, al mismo tiempo, el más grande que podemos hacer.

Al soltar cómo creemos que “deberían ser las cosas”, el mundo que no deseamos se desvanece y la visión real se revela.

Esta oración es un recordatorio constante de que la llave está en nuestras manos. Cada instante es la oportunidad perfecta para usarla.

Gracias por acompañarme a este instante.

Karel

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