💸 Cuando el Dinero Quema

Hace poco, grabé un episodio sobre la generosidad, inspirándome en Un Curso de Milagros y en lo que vengo experimentando como emprendedor consciente. Hablé de ese principio que a veces cuesta comprender en un mundo basado en la escasez:

“Dar es conservar.”

Al terminar el episodio, tuve una escena perfecta para llevarlo a la práctica. Me crucé con el dueño de la casa donde estoy viviendo, a quien venía esperando para poder pagarle el alquiler.

Cuando le dije: “Ya tengo el dinero para darte, porque si no… me quema”, me sorprendí.

¿Por qué me quema el dinero?

¿No es acaso un símbolo de abundancia, de capacidad, de gratitud por este espacio que habito?

Y ahí comenzó un nuevo proceso de observación.


🔥 El miedo a tener

Me di cuenta de que, en lo profundo, todavía quedaba una creencia silenciosa:

Tener dinero da miedo.

  • Miedo a perderlo.
  • Miedo a no saber administrarlo.
  • Miedo a que me condicione, a que me defina.
  • Miedo a equivocarme al usarlo.

Y entonces, a veces, dar dinero se vuelve un alivio más que un acto de expansión. Como si al soltarlo, me liberara de su peso simbólico.


🌀 La idea de que lo espiritual no retiene

También noté algo más sutil:

Una pequeña voz interna que todavía susurraba:

“Si sos espiritual, tenés que dar todo.

No deberías ahorrar. No deberías guardar.”

Claro, Un Curso de Milagros dice:

“Para conservarlo todo, da todo a todos.”

Y yo lo siento como verdad.

Pero entendí que esa frase no habla del dinero.

Habla del amor.

Habla de no retener lo que somos, no de vaciarse materialmente por miedo a parecer egoísta.


✨ Dar desde el Ser

Hoy veo que puedo dar dinero con alegría,

y también conservar dinero en paz.

Puedo ahorrar si eso me da espacio interior.

Puedo invertir si eso extiende el amor.

Puedo pagar con gratitud, no con culpa ni con apuro.

El dinero no quema.

Quema la creencia de que no sé qué hacer con él.

Quema el mandato no dicho de que “tener” es malo.


🌱 El nuevo paradigma del dar

Dar no es despojarse.

Dar no es compensar.

Dar es extender lo que soy de la manera que hoy se me permite.

Y si elijo conservar, que también sea un acto de amor.

Que no sea miedo.

Que sea preparación para servir mejor.


🙏 En resumen

Hoy, al ver todo esto, me siento más libre.

Porque no necesito temer al tener, ni culparme por dar, ni explicarme al conservar.

Solo necesito seguir escuchando al Ser.

Porque cuando doy desde ahí,

cuando decido desde la paz,

todo se vuelve sagrado… incluso una transferencia bancaria.


¿Te quema el dinero?

¿Te da miedo tener?

¿Te cuesta dar sin esperar?

Observá. Sentí. No respondas rápido.

Y dejá que la verdad te atraviese sin forzarla.

Porque cuando soltamos las ideas heredadas sobre el dinero…

empezamos a vivir en la verdadera economía del alma.

— Karel

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